II

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- Vamos!,  por favor, si tú no vas no podre ir - dijo Helen, poniendo su carita, sarandeando mi mano.

Era cierto, lamentablemente, al ser la mayor, me tocaba ser chaperona, si yo no iba a la fiesta ella no iría y eso hacía que se molestara bastante.

Desde que Helen cumplió 15 años, yo había pasado la mayor parte de el tiempo con personas que no eran de mi edad. Helen está por cumplir 17 para finales del año, Marcos mi hermano menor tiene 20, pero se había ido de casa, lo que me convertía en la mayor, pues recién cumpli 25.

- Vamos, vamos, vamos!! -

- No quiero ir - esta vez no quería ir no sabía que él iba a estar ahí.

- No fui a la última fiesta, por favor -

Era cierto, no había podido ir a la última fiesta, pues se había enfermado, y mi padre no la dejo salir.

- Está bien - dije soltando un suspiro.

Cada tres meses, los chicos planeaba visitar un lugar que no conocieran y ahí era a donde íbamos. Iván, el chico que le gustaba a mi hermana, siempre busca nuevas aventuras.

Alisté mis cosas para irme, solamente lo más básico, siempre me he considerado una persona sencilla, así que solo baje una pequeña maleta.

- Hasta que por fin bajas - mire a Helen bajando las escaleras con una maleta pequeña - que bueno que no empacaste tanto.

- Pero, si está es la bolsa de mi maquillaje, ayuda a bajar la otra - dijo mientras volvía a subir.

- Enserio - dije mientras subia hacia su recamara

- Por Dios!, sólo iremos por dos días, dónde crees que meteremos todo esto - solte mientras miraba su maleta 

- Vamos, sólo ayúdame a bajarla, ya me encargaré yo de que lleven mis maletas - menciono con una sonrisa de orgullo en su rostro

- Está bien, está bien - era cierto Helen podía convencer a cualquier persona, de hacer lo que quisiera.

- Vamos, que traes aquí, piedras?, pesa muchísimo - solte una carcajada, pues su maleta era enorme, más grandes que el auto en el que íbamos, y pesaba toneladas.

- Eso no es de tu incumbencia - dijo con arrogancia.

- Bájale a tu tonito, aún me puedo arrepentir de ir al viaje -

- Hay hermanita, si yo te amo mucho, no me voy a cansar de decírtelo nunca, sólo traigo aquí ropa, lo básico,  cosas de mujeres, tu sabes -

- Pues tal parece que no sé, comparando mi maleta, con la tuya, no sé de cosas básicas de mujeres -

- Tienes razón, paresé que no lo sabes - volteo a ver mi pequeña maleta al final las escaleras.

- Llama a Ivan, para ver si ya viene para aca, ya es muy tarde -

Antes de que Helen acabara de marcar, sono el claxon del coche de Ivan.

- Es Ivan - Helen, fue corriendo al baño, para darse un ultimo retoque.

- Otra vez Helen, vamonos ya-

Yo a diferencia de mi hermana, siempre he sido una persona muy simple, es raro verme con maquillaje, trato de pasar desapercibida, no llamar mucho la atención. Me siento mas comoda siendo así, este viaje no era la excepción, viajaríamos unas tres horas, así que solo me puse unos jeans, una playera fresca, una coleta alta y es era suficiente para mi.

Al salir a fuera me fue inevitable buscarlo con la mirada, estaba dentro de la coche, como me lo esperaba, en el asiento de atras, mi estomago empezo sentirse extraño, como si sintiera un gran hueco, un vacío, como si no hubiera desayunado. Decidí apartar la mirada.

- Vamos sube - dijo al abrir la puerta desde adentro invitandome a pasar. Mostrandome como siempre su enorme sonrisa.

- Ivan porfa, puedes ir por Helen, a ver si por fin sale de casa - dijie mientras lo miraba implorando compasion, asomandome por la ventanilla del copiloto.

- Claro - soltando una pequeña risa

- Dónde están los demás ? - pregunté

- Ellos nos alcanzarán en el cruce - respondió Ibán mietras se dirijia hacia la casa.

Subi al coche trando de hacer que no se notara mi incomodidad, riendo lijeramente cuando soltaban una broma. Helen iba a lado de su amado Iban, como copilito, empezaron hablar de cosas triviales del viaje. No habian pasado mas de veinte minutos cuando Damián dejo caer su cabeza sobre mis piernas.

- Voy a dormir un rato - susurro mientras miraba mis ojos.

Era sorprendente como con su mirada, provocaba esa extra sensación, ese choque de electricidad, esa estática. Lo miré sin decir nada. Él solo cerro sus ojos y se acomodó. Me di cuenta que este sería un viaje corto, apresar de que serían tres o cuatro horas de viaje, el tiempo siempre era corto estando a su lado.

EstáticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora