Para Patrick, la apuesta había sido una muy mala idea. ¿Cómo rayos hacía para enamorar a una lesbiana? Mierda y más mierda. No quería perder su orgullo, con intentarlo no pasaría nada…
Ahora se encontraba frente a la puerta de la casa de Rym. Planeaba visitarla y poner en acción su belleza a la que ninguna mujer podía resistirse.
Tocó la puerta y le abrió de inmediatamente una mujer rubia, a la cual encontró extremadamente irresistible. Se mordió el labio y ella lo miró con una sonrisa coqueta.
- ¿Quién eres?
- Patrick Grimes, ¿y tú, preciosa?
- Uh, mi madre me ha dicho que no debo darle mi nombre a extraños. –Se apoyó en el marco de la puerta mientras miraba sus uñas.
- También te dijo que no hables con extraños y ahora lo estás haciendo. –Alzó su mirada y lo miró nuevamente con una sonrisa.
- Taylor Wolf. ¿A qué viniste?
- Vine a ver a Rym, seguro la conoces.
- Es mi hermana.
- Supongo que tú no eres… -Paró de hablar, incómodo por cómo lo iba a tomar.
- ¿Lesbiana? –Asintió- No.
- Oh, bien.
- ¿No te pareció extraño cuando la conociste? Antes era divertida y ahora… De sólo imaginármela acostándose con una mujer me da asco.
- Quizás se cansó de los hombres y se enamoró de una mujer.
- Para colmo con la idiota de su novia parecen tan enamoradas… Dios, me gustaría que Rym fuera la misma de antes.
- ¿No la aceptaste?
- Aún no. Sigo sorprendida. De un día para el otro, viene y me dice “hey Tay, ya no me gustan los hombres. Soy lesbiana” quiero estrangularla.
- ¿Por qué?
- Hay tantos hombres que están tan buenos y ella pierde el tiempo con una mujer. Me da rabia.
- Quizás ella es feliz con una mujer más que con un hombre.
Mierda. ¿Desde cuándo defiende a Rym por ser lesbiana? Él no quiere que sea lesbiana. Es más fácil para ganar la apuesta si le gustan los hombres.
- Siento no haberte hecho pasar. Lo que pasa que me hiciste desahogar y te dejé aquí… -Mordió su labio y lo dejó pasar.
Le indicó que fueran a la cocina. Se sentó en uno de los bancos que había mientras Taylor se apoyaba en la mesa, mirándolo fijamente.
- ¿Eres amigo de mi hermana o algo así?
- Uh, básicamente no.
- ¿Entonces? ¿Un admirador, quizás?
- No.
- Rym ha tenido a tantas personas que la admiran que han venido aquí… Creo que fingiré ser lesbiana así tendré a tantas personas atrás como ella.
La miró mientras pensaba en si decirle lo de la apuesta o no… No. No la conocía tanto como para contarle.
Taylor le sirvió un vaso de agua y él lo agarró, tomando rápidamente un sorbo bajo la mirada intensa de la rubia.
- ¿Tienes novia? –Le preguntó sin ningún tipo de vergüenza.
Seguro ella era de las chicas que no se avergonzaban de nada y eran completamente directas. Eso le gustaba…
- No, ¿estás interesada? –Alzó una ceja y ella sonrió.
- Podría decirse, hace tanto que no tengo un poco de acción… Ya sabes, una tiene necesidades. –Él asintió con la cabeza y Taylor le sonrió.
- ¿Quién eres tú? –Preguntó una voz baja y suave.
Ambos giraron sus cabezas y se encontraron con una rubia bajita que lo miraba a Patrick con cierta curiosidad.
- Patrick Grimes.
- ¿Lo conoces? –Le preguntó a Taylor mientras se acercaba más a ellos.
- Sí, bueno, recién acabo de conocerlo. Es un amigo de Rym.
Al escuchar ese nombre, la rubia sonrió y sus ojos se iluminaron.
- Oh, de seguro estará encantada de verte. Hace tanto que no veo a alguno de sus amigos pasar por aquí…
- Quizás sea por tu culpa. –Soltó Tay haciendo que la rubia la mirara con cierta tristeza reflejada en su cara.
Se formó un silencio incómodo y Patrick sentía que no debía haber venido.
- Ginn, ¿has visto mi suéter rojo?
Rym se asomó por la cocina y rápidamente miró a los tres confundida.
- ¿Qué hace aquí Patrick?
¡Recuerda mi nombre! Gran paso Patrick, se burló internamente de él mismo.
- Hola, sólo quería hablar contigo sobre…
- ¿Qué hace Taylor aquí?
- ¿Por qué lo preguntas? ¿Acaso no puedo estar aquí?
- Tú nunca vienes aquí y tú, Patrick, no es buen momento.
- ¿Por qué?
- Sólo no lo es para tus tonterías.
- Rym, ¿por qué tratas así a tu amigo? Ya veo por qué no viene ninguno de ellos aquí.
- No, él no es…
- No tienes por qué negarlo. Ya era hora, quería conocer a uno de tus amigos. ¡Cena con nosotras! –Se giró Ginna hacia él con una amplia sonrisa.
- ¿Qué? –Preguntaron Rym y Patrick al mismo tiempo.
- Lo que escucharon, tontitos. Hoy, Pat, te quedas a cenar.
Qué linda, hasta me puso un apodo…
- Y Taylor también puede unirse si quiere.
- ¿Qué? –Volvió a repetir Rym.
- ¿Puedo invitar a Zayn, querida Ginna?
- ¿Es otro de los amigos de Rym? ¡Por supuesto!
- ¿Qué? –Rym parecía perpleja con la situación.
- ¿Tienes algo en los oídos, que no escuchas? –Le preguntó con una sonrisa maliciosa Taylor- Patrick, Zayn y yo, vamos a cenar con ustedes hoy.
Rym palideció y Patrick casi tiene el impulso de agarrarla, porque parecía que estuviera a punto de desmayarse.