Michael Clifford tenía 24 años, vivía solo en un apartamento desde los 19. No tenía familia cerca de él, ni una novia, ni amigos. Ni le importaba que así fuera.
A él no le molestaban las manchas de humedad y el terrible olor que desprendían las paredes de su apartamento.
No le molestaba la basura acumulada de hace semanas dentro del lugar en el que vivía.
Poco le importaba deber la renta desde hace más de 16 meses.Michael no le veía sentido a la vida. No le importaba nada. Ni siquiera él mismo.
La única razón por la que seguía con vida, era porque la muerte no se había atrevido a buscarlo. Y a él no le interesaba ir tras ella.
Era un papel en blanco. O eso era lo que todos podían ver.
Aisha Jones era todo lo contrario a Michael.
Su familia estaba con ella, y su círculo social era muy amplio.
Sentía curiosidad por todo lo que la rodeaba.
Era demasiado vulnerable, y cualquier cosa podía llegar a afectarle demasiado.
Aún así, las ganas de descubrir cosas y personas nuevas eran más grandes que el miedo que tenía de salir herida.¿Qué puede pasar cuando Aisha intenta descubrir a Michael?
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la cuarentena me obligó a hacer esto dea