八: 陪我喝酒吧

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Capítulo ocho: Acompáñame a beber

¿Puedes venir a mi casa hoy? Te necesito, Hyemin.

El mensaje de Hoseok me tenía pensando desde hace tres horas. Era lunes, definitivamente no podía ir, tenía que estudiar, pero Hoseok realmente parecía sentirse mal. Había explicado por mensajes que había discutido con Dasom, pero no habían roto porque Dasom no le permitía hablar. Él quería beber, y con más razón no quería ir. ¿Cómo él iba a beber un lunes? Pero al final, le había dicho un está bien, iré.  Así que miré mi reloj, faltaba poco para que las nueve de la noche marcaran y me fuera directo a la casa de Hoseok. Avisaría a papá apenas llegara a la casa de al lado diciendo que no se preocupara por mí, porque apostaba que saldría a buscarme por no aparecer pronto.

Me quedé mirando el cielo antes de salir del local. Algo se sentía extraño, algo dentro de mí. Algo malo iba a suceder.

🌸🌸

Toqué la puerta de su habitación. Su madre me había abierto la puerta cuando aparecí, diciendo que Hoseok se estaba duchando, así que podía subir mientras que ella ya se iría a descansar. Ella era una mujer muy trabajadora para darle de todo a su hijo. Realmente era una mujer fuerte y maravillosa, por eso Hoseok la adoraba mucho.

Pude escuchar la ducha de fondo así que pude ingresar porque había tocado solamente para verificar que él no se estaba cambiando. Estaba solo la luz de noche encendida, apenas iluminando su habitación de color azul francia. Pude ver latas de cerveza en el suelo, él había empezado antes. Pude ver aproximadamente cinco latas tiradas en el suelo, vacías y apretadas, así que me dediqué a colocarlas en el tacho de basura. Luego me acerqué a tocar la puerta del baño.

—¿Hoseok?

Dije solo para hacerle saber que estaba afuera. Él gritó que pronto saldría así que me senté en su cama, inquieta. Había pensado prácticamente casi todo el día sobre él diciendo que quería romper con Dasom y su forma de responderme que no me metiera. Hoseok nunca me había hablado así, a menos que estuviera muy estresado o frustrado con algo. Evidentemente eso se resumía a Dasom. ¿Realmente él se había cansado de su relación?

Jugué con mis pies, realmente estaba cansada.  Hoy había habido mucha gente en el café, así que había estado de un lado a otro, toqué mi cuello apretando un poco esa zona, tratando de aliviar la tensión. Luego suspiré. Me acosté en su cama, esta olía a perfume de hombre, la de él, así que era una forma relajante, pues siempre le había dicho a Hoseok que no se cambiara de esencia porque esa era muy masculina y agradable. Bostecé, después de unos segundos, y mis ojos se mojaron un poquito por ello; más no me limpié nada, porque la máscara se correría. Me levanté de allí cuando Hoseok salió de la ducha, con una toalla cubriéndole nada más.

No era la primera vez que le veía así,  sino muchas veces que no me incomodaba. Él me miró secándose el cabello con otra toalla diciendo que había venido más pronto de lo que él esperaba. Quizá había caminado un poco más rápido para verle, porque después de eso tendría que estudiar. No pensaba quedarme más de una hora ahí, y Hoseok lo iba a comprender.

Él se dirigió a su armario y sacó ropa, la cual empezó a vestir delante de mí como si nada. Tal como había hecho yo ese día cuando me mojé con Soju. Luego de colocarse su pantalón holgado giró hacia mi, esta vez colocándose una camiseta amarilla.

Estábamos silenciosos por alguna razón. Tal vez sabía porqué, realmente no quería hablar sobre Dasom. Hoseok se dirigió a mí. —Gracias por botar las latas, aún tengo más, ¿Quieres una?

Dijo tomando una bolsa de su escritorio. De allí sacó una lata más, y luego se acercó. Estiró su mano para cederme una cerveza, la cual tomé, pero no iba a beber. —¿Qué ha sucedido? —aunque yo no quería hablar del tema, tuve que preguntárselo. Era lo que debía hacer.

—Nada grave, solo he discutido con Dasom, ya te dije. Me ha hecho un escándolo diciendo que me comportaba como un idiota, y lo demás es historia. Se ha vuelto histérica cuando le he querido terminar, así que me he ido.

Por su forma de narrar supe que no me iba a dar detalles, así que fruncí la boca. —¿Al menos se lo has dicho de una bonita forma? Es decir, sería brutal si simplemente le dices "quiero terminar", creo que ella se merece más que eso, merece una explicación.

—Y se la he querido dar, pero es tan Ugh. — dijo él, exasperado. Y empezó a beber. Le observé. Él realmente parecía harto. —Seguiré intentando, realmente no quiero seguir con ella. Mucho menos después de esto. Es una dramática de mierda.

—¡Hoseok!— alcé la voz. Él no debería expresarse de ninguna mujer así, aún si fuera mala. —No hables así de ella.

—No la he insultado, Hye. Es la verdad. Es muy dramática y odio las chicas así. Me dan asco

Hice una mueca. Hoseok era otro en ese momento. —¿Por qué no es como tú? No haces drama para nada. Ni siquiera hiciste un drama cuando perdiste tu virginidad, simplemente hiciste que me fuera y te encargaste de todo por tu cuenta. No hiciste un drama diciendo que me había aprovechado de ti. Luego, lo de tus padres, no hiciste un drama sino que seguiste adelante. Lo de Jimin, bien pudiste armarle un escándalo cuando te dijo que te quería solo por tu virginidad, pero solo te fuiste. ¿Por qué Dasom no puede ser como tú?

Él soltó su palabrería; me quedé muda, sin embargo la respuesta estaba en mi cabeza.

¿De qué servía ahogarme en un vaso si es que yo era más grande que él?






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