14. Mal de la cabeza

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Poché:
"Poché yo te amo" Esas palabras retumbaban una y otra vez en mi cabeza.

Mario me besó, en un inicio no había hecho nada, no lo correspondí, pero no lo aparté. Pero no hizo falta, él al darse cuenta se alejó de mí.

-Mario, lo siento mucho, pero yo ya siento eso por alguien más.-No quería lastimarlo, pero si no sentía nada por él no había nada que hacer.

-Es por ella, ¿cierto?- no lo negué, pero, tampoco lo acepté.

-No lo sé, es solo que estoy confundida en estos momentos.-respondí honestamente. Tratando de que eso ayudara a que no toda esta amistad se fuera a la mierda.

-Yo me tengo que ir, fue muy estúpido hacer esto.-comentó mientras golpeaba el basurero que estaba a su izquierda.

¿Estaba enojado?

-Mario, por favor, esto no lo puedo controlar.-

-¡Basta María José! Ella solo te ha lastimado ¿y tú la amas? Enserio que estás mal de la cabeza.-en ese momento, de verdad, mi paciencia se había acabado. Mi "tratarlo de hacer entrar en razón" se había ido.  S

-¿Perdón? ¿Quién te crees para hablarme así Mario? Entiendo que estes molesto pero tampoco te pases.-dije firme. Él, sin decir nada, dio media vuelta, y siguió su camino.

"Tranquila Poché, respira, solo deja que se vaya." Y así fue, deje que se fuera.

Ya no necesitaba más drama del que había ahora.

Ya no faltaba mucho para salir de la escuela, debía de ir con Sebas y Paula.
-¿Todo bien Seb's?-pregunté.

-Si, ¿te dijo algo?-
¿Qué le debía responder? No tenía cara para hablar con Sebas. Paula al parecer leyó mis pensamientos ya que al instante le habló a Sebas.

-Tal vez no sea momento de hablar de eso Sebas.-respondió Paula por mí, Sebas, simplemente asintió.

***
Sebas se acaba de ir, junto con Daniela, a ella ya no la volví a ver. Ahora solo éramos Paula y yo.

-Poché, ¿tienes algo que hacer hoy en la tarde?-

-No, ¿por qué lo preguntas?-dije negando.

-¿Te gustaría venir a mi casa y pasar una noche de chicas? Tú sabes.-solté una risa, era lo que necesitaba.

-Por supuesto que sí.-respondí sin dudarlo.

Sin más, ambas salimos abrazadas de la escuela rumbo a la casa de Pau.

Calle:
Salió, sin más, le acabo de confesar mis sentimientos y salió como si nada.

¿No es mutuo, cierto?

Estuve pensando mucho en seguirla o no, pero decidí que lo mejor sería hacerlo. No la dejaría ir tan fácil. Sabía que no estaría donde siempre está. Comencé a aproximarme hacia donde ella  estaba y no, no estaba sola.

Mario estaba con ella, decidí no hacer ruido para oír. Pero me era imposible oír algo. Estaba a punto de irme, cuando vi algo que me dejó sorprendida, la besó. Ella no puso pero.

Instantáneamente salí de ahí.

Sentí que algo se rompió dentro de mi, jamás había sentido esto. Esto es lo que pasa cuando uno expone sus sentimientos.

La frialdad es un gran aliado para evadir esto, "con ella será todo diferente" o "ella me está haciendo creer en el amor." Pensaba, pero no era así. Es decir, me lo merecía, nunca la traté bien, en un inicio todo fue por una apuesta, pero comencé a sentir algo que nunca había sentido.

¿Mi más grave error? Si, exponerme. No quería ver más, no podía, solo salí corriendo de ahí.

Todo era diferente ahora, "tenemos que volver a la normalidad." Me decía a mi misma, tengo que volver a la antigua yo, la que no tenía sentimientos, la chica que molesta a todos, la que no le importan los demás. Si, a eso debía volver.

Y mañana podríamos hacer una cálida bienvenida con una broma. Vengarme, eso era lo que quería hacer. Tal vez fue solo un beso, ustedes pensarán, pero al ver que otra persona besa a la chica que te gusta y no tú, duele.

¿Es que acaso no se podía esperar un poco? Al parecer, no, después de besar a Daniela vamos a besar a Mario.
***
-Chicos, al carajo esa maldita apuesta, mañana volvemos a las bromas ¿entendido?-

-¿Qué te hizo cambiar de parecer Dani?-preguntó Jaramillo.

-Solo planeen algo, que sea original, y que enserio sean la burla de todos por al menos todo lo que queda de esta año. ¿Me oyeron?-

-Si.-dijeron al unísono.

-Bien, nos vemos mañana.-

Me enamoré de ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora