Me enamoré de ti

12. ¡Vuelve a ser la de antes!

Poché:
No he perdido el contacto con Calle, más no hablamos tanto como antes, en realidad con ninguno de los dos hablamos.

Aunque hoy me invitó a una salida de amigas al centro comercial, se supone que nos veremos a las 4:00 pm. Debo admitir que se me hace algo extraño, debido a que a veces en la escuela ni me voltea a ver, y más cuando esta con sus amigos.

Llegando de la escuela me arreglé un poco y salí rumbo al centro comercial, cuando llegue ella ya estaba, al parecer es demasiado puntual, decidí acercarme por detrás.

-¿Quién soy?-dije tapándole los ojos.

-¿Quién podrá ser?-dijo con cierto sarcasmo, ok puede que sea demasiado obvio que soy yo, ya que solo somos nosotras dos.

-Si lo sé, creo que es más que obvio quien soy.-dije destapándole los ojos para después sentarme en la silla de al frente.

-Bueno, ya que estamos las dos aquí hay que pedir.-comentó señalando todos los restaurantes que estaban alrededor.-¿Qué vas a querer?-

-Lo mismo de siempre, sushi, amo el sushi.-respondí señalando el local.

Cómo podrán haberlo notado estamos en la comida rápida, no suelo frecuentar esta zona, sin embargo cuando vengo lo disfruto.

-Ya lo noté, yo voy a elegir pizza, bueno, vamos.-dijo con una sonrisa.

Comencé a buscar el restaurante de sushi, cuando por fin llegué, y pedí mi comida me entregaron una de esas maquinitas que vibran para avisarte que tu comida ya está lista. Decidí volver a la mesa y sentarme a esperar.

Calle aún no llegaba, y por lo que veo tal vez tarde un poco, hay demasiada fila para pedir pizza.

Todo estaba en orden, yo simplemente estaba checando mis redes, cuando decidí asomarme para ver cuánto le faltaba para llegar, (lo cual fue un grave error), logré ver a los amigos de Daniela pidiendo comida, traté de esconderme rápido para que ellas no me vieran, pero esta acción fue en vano, Juana me vio al instante y le avisó a los demás.

Me empecé a sentir nerviosa, Calle aún no llegaba, "Poché piensa, ¿qué harás?"me decía a mi misma.

Mi primera idea fue esconderme en el baño, o ir hacia donde Calle estaba, pero decidí enfrentarlos, es decir, ¿qué pueden hacer aquí? Nada, estamos en un lugar público, donde si me agreden, alguien puede hacer algo.

-Vaya, vaya, miren a quién tenemos aquí, al parecer, el destino no está de tu lado.-dijo comenzando a acercarse para después poner su mano en la mesa, logrando que me sobresaltara.

-¿Qué quieren?-dije firme, tratando que mis nervios no se notasen.

-¿Sabes? Nunca te podemos molestar en la escuela, debido a que Danielita nos lo impide, pero aquí, aquí no hay impedimentos.-comentó tomando mi mentón al hacer eso automáticamente me solté de su agarre.

Ellos creían que venía sola, hasta que vieron la bolsa de Calle. -¿Con quién vienes? ¿Con tu amiga Paula? ¡Genial 2x1!-

¿2x1? ¿Quién se cree?

Comenzó a buscar a "Paula" con la mirada, pero en cuanto vio a Calle su expresión cambió.

Ahí fue cuando Juan Pablo comenzó a hablar.

-¿Por fin cumplió?-

De la nada comenzó a reírse, yo no entendía nada.

-Esa chica nunca me decepciona.-susurró observándola a lo lejos.

Les iba a preguntar de qué hablaban, pero Calle llegó antes de que pudiera decir algo.

-Hola Callesita, nunca pensé que lo lograrías, me impresionas, dos personas a la vez, nuevo récord.-dijo apoyándose en su hombro logrando que Calle se moviera.

-Calle, ¿de qué habla?-pregunté algo confundida.

Algo me decía que tenía que ver conmigo.

Calle lo miró amenazante, no quiere que diga nada. Pero no le importó, él simplemente comenzó a hablar.
-¿Acaso no lo sabes? ¿Acaso no tuviste ni una mínima sospecha?-comenzó a caminar alrededor mío seguido de otro chico.

-Yo creo que ya podemos decirle.-dijo el mayor de los chicos.

-Cállate Zurita, será mejor que no abras esa boca, créeme que en cuanto te vuelva a ver estas muerto.-comentó amenazante tratando de ir hacia él a golpearlo pero fue detenida por dos de sus amigas.

-Uy mira como tiemblo.-respondió burlonamente.

Calle se le abalanzó de nuevo, pero el de pelo blanco la detuvo.

-¡Poché! Prométeme que no harás caso a lo que dirán.-gritó.

Las palabras no salían de mi, solo quería oír, o bueno una parte de mi quería.

-¿Cómo lo digo delicadamente? Ella te usó, solo fuiste una apuesta, nada importante, le dije que no te lograría conquistar, pero mírate aquí estás.-dijo viéndome detenidamente de pies a cabeza.

-¿Q-Qué?-

-¿Enserio creíste que ella te hablaría a ti?-

-Poché, puedo explicártelo.-dijo, pero yo no quería hablar con ella.

¿Por qué uno se tiene que enamorar? ¿Por qué uno tiene que enamorarse de la persona menos indicada?

-¡Cállate!-dije en grito.

Las lágrimas comenzaron a salir, y comencé a reírme irónicamente.
-Eres increíble, todas esas veces que confíe en ti, y tu viéndome la cara, ya decía yo que no era normal, pero eso ya no importa ¿o si? Ya deja de fingir, vuelve a ser la chica que me molesta para ya olvidarme de ti.-

Sin decir más salí de ahí, la gente me veía, pero eso no importaba, no ahora.