Día 6: El campo.

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Suspiré por décima vez del día.

Hoy era sábado y no había nada que hacer en casa, ni el colegio ni mi madre me tenían atareada. Me detuve a pensar sobre mi beso con Park ChanYeol.

El pelirosa besa torpe y sin embargo fue una de mis mejores experiencias en besos, fue cómo en la escena de un manga, drama o libro; un beso bajo la lluvia.

Lo peor del caso es que los sentimientos que guardé la primera vez que lo ví salieron expulsados cuando lo tuve cerca, me sentía frustrada. Él, quién es un idiota, me tiene atada de una u otra manera. ¿Park me gusta? Si, me gusta mucho.

¿Pero por qué lo rechacé esa vez?

Ni yo misma lo sé.

Pero dejando todo eso de un lado; me siento ahora preocupada. Yeol había salido de mi casa el día de ayer con miedo en su mirada, lo sentí mal, lo sentí perdido.

Giré en la cama y miré el suelo, ¿Debería ir a buscarlo? Su casa no está lejos de la mía... ¿Él querría verme? Ni idea, pero siento la necesidad de estar con el; una semana, casi una semana de conocerlo y el pelirosa me tiene hecha un caos.

Mandé todo al diablo y me levanté de mi cama, tomé una sudadera y bajé a la primera planta, coloqué mis converse y con un « Adiós » me despedí de mi madre. El día era tranquilo, los niños jugaban en la acera, otros con sus bicicletas y pelotas, pero fuera de todo eso la tarde era satisfactoria; de esas veces donde no hace frío ni tampoco calor, que el día está lleno de una brisa reconfortante y el cielo lleno de nubes. Simplemente lindo.

Cuando llegué al hogar de los Park me sentí nerviosa y también me arrepentí; había sido muy impulsivo de mi parte venir pero realmente me preocupa el de orejas curiosas.

Dí un paso atrás, mejor me voy...

- ¡Oh! ¿____? - dijo la señora Park -Me alegra verte, iba ir justo a tu casa para ver si mi Chan estaba contigo -sonrió y por mi parte junté amabas cejas -

-Siento decirle que Yeol no estaba conmigo. - aclaré -De hecho, he venido a buscarlo.

La señora Park cambio su expresión de alegría a una de preocupación: eso es lo que últimamente se siente.

-Si no está contigo lo más probable es que esté en el campo. Cuando era niño siempre le gustó verlo. -sonrió con nostalgia -____, te pido de favor que vayas con él. ¿Sabés? Ya estoy vieja e ir a buscarlo realmente sería muy cansado para mí. ¿Puedes ir tú?

Iba a negar pero la señora Park tenía algo de razón, el campo era un lugar con mucho relieve y piedras.

-Si, no se preocupe. - le sonreí - sirve que charlamos un poco.

Correspondió a mi sonrisa, sus ojos brillaban casi como los de Yeol y eso me inquietó ya que los de ella eran por las lágrimas.

-¿Se encuentra bien, señora Park? -le cuestione preocupada -

-Si, lo estoy. -limpió sus lágrimas -solo, tratalo bien, _____. Sé que él es raro pero tiene sus motivos y sé que en el fondo se aprecian mutuamente.

Me encogí de hombros-No hay de qué preocuparse, Yeol es una buena persona y sea raro o no... él me agrada.

La señora Park se despidió con un beso en mi frente, cerró la puerta del pintoresco hogar y yo simplemente partí de ahí.

Iba con pasos lentos, realmente necesitaba pensar sobre que hablar con el pelirosa y explicarle el por qué lo estoy buscando; claro, puedo poner de excusa que su madre está preocupada por él.

El arte de olvidar. || P. C. YDonde viven las historias. Descúbrelo ahora