CAPITULO 12

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Leonardo:

El mismo día, cuando terminaron las clases y la copa fue entregada a la escuela, Rex y yo decidimos salir a pasear como se lo prometí. Rex me propuso ir a un centro comercial, ya que quería comprar algunas cosas, además de que allí habían sitios para poder divertirnos. 
Caminábamos con bastante tranquilidad, platicábamos de cualquier cosa que se nos ocurriera, me encantaba ver a Rex reír, su sonrisa era la mas hermosa que existía.  
Hubo un pequeño momento en donde unas chicas se querían acercar a nosotros, pero en ese instante, Rex tomo de mi mano muy fuerte, yo lo miré pero no me hizo caso.

- Aww, así que eres un pequeño celoso, ¿no? - me dio un codazo, no pude evitar reír por lo que paso, además de que estaba rojo de la cara

- Hmm, puede que en realidad hayan venido hacia mí, y no a ti... Jeje. 

- Es cierto, no puede a ver persona más atractiva que tú. - de nuevo me dio un codazo - Jaja, te salio el tiro por la culata. 

- Oh, vamos, no soy bueno en esto, es fácil que me ganes en todo momento, ¡pero! Ya tendré mis momentos.

- ¿Te fascina recalcar siempre el "pero"? Jeje, ¡cada vez te conozco más! 

- Ya que sacas el tema, podemos tener nuestro pequeño momento para conocernos más, ¿no lo crees? Digo, un león se enamoro de mí sin aún conocerme del todo. - frente a mí se hallaba el gran centro comercial, ¡incluso era más grande que la casa de Rex! - Aparte, hemos llegado.

- ¿Conocerte? ¡Pero si yo siento que ya te conozco demasiado bien! O eso quiero pensar. - no pude evitar apenarme, es cierto que apenas si lo conozco... Creo que apenas si lo conozco desde hace dos semanas... No sé sus gustos, disgustos, pasiones... Diablos, si necesito conocerle bien 

- Ajá, lo que digas Leonardo, aunque lo dudo... Tampoco yo te conozco casi, eres a simple vista una persona de pocas palabras, pero que a la larga te tragas eso que dices, porque ahora que ya me contaste varias cosas... Je... Dudo mucho que lo seas. - oh, mi pequeño tiburón ya me está conociendo más de lo que yo a él - Además, teniendo a mis dos amigas, sé lo hermoso que es conocer a las personas con profundidad, poder ayudarlas, tener tiempo para cualquier cosa... Supongo que sería lo mismo si llegamos a ser novios, ¿no?

- Ouch, nunca vuelvas a decir que tal vez lleguemos a serlo, porque yo estoy muy decidido a conquistarte Rex. Y claro que sí, aunque yo nunca he podido experimentar a la totalidad el amor en este sentido... ¡Pero yo digo que también es lo mismo! Porque ya quiero conocerte de todos los lados posibles, mi pequeño tiburón. - la forma "pícara" que se lo dije fue bastante para que se apenara, además de traerlo completamente a mí, y abrazarlo por su suave y cómoda espalda que tiene, acomodando mi cabeza encima de la suya sin detenernos en nuestra caminata, que por cierto ya estábamos adentro del centro comercial, y como siempre las vistas de otros no podían faltar, y a la larga, no negare que me estaba sintiendo comido vivo...

- Leonardo... Nos vamos a caer si seguimos caminando de esa forma... León, te estoy diciendo de verdad... - yo no escuchaba sus palabras, lo tenía bastante sujetado - ¡Leonardo! - y por no escucharlo, terminamos cayendo al suelo, y para el colmo yo caí encima de mi príncipe que posiblemente se haya lastimado su nariz por la caía 

- ¡Dios! ¡Perdón Rex! L-lo lamento de verdad, e-es que pensé que sería bastante bonito traerte así conmigo, y n-no había escuchado que estabas diciendo lo que podría pasar... - antes de que lo pudiera ayudar a levantarse, estaba escuchando unas leves risas provenientes de Rex que estaba de cara al suelo, que al poco rato se levanto y me miraba entre carcajadas sosteniendo su nariz, pero aunque él se estuviera riendo, yo estaba que me comían los nervios - ¿R-rex? ¡N-no es gracioso! - cuando quise revisar su nariz, pude notar que estaba sangrando un poco, pero aun así las risas de Rex no tenían fin 

Entre mundos distintos. ( Furry/Gay )Where stories live. Discover now