¿En qué estás pensando, una humana?

Capítulo 30

Mañana será el mejor día.

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Kagome POV

- Por favor, Kagome, solo asiste a la cena - me dijo en forma de súplica.

- No quiero ir - fue mi respuesta.

Se hizo un largo silencio, yo no le daba la cara. Pues claro, si estaba molesta. No quiero ir a esa estúpida cena en la que volveré a oír cómo Sesshomaru y Hikaru se comprometen.

Por favor, mi dignidad.

- Debes asistir porque eres importante, por favor, solo ve. Si quieres solo come y no digas nada ni mires a nadie.

- Puedo hacer esto en mi habitación de invitada, gracias.

- Agh, contigo no se puede.

Escuché un resoplo detrás de mí.

- Pues sí, me quedó muy en claro que eso soy, gracias.

Estaba decidido, no iría a esa ridiculez, no me iba a convencer.

- KAGOME, deja tu berrinche para otro día.

Me di la vuelta en un gesto exagerado y posé mi mano sobre el pecho abriendo mi boca lo más que podía, mostrando mi indignación.

- Y tu drama también déjalo para otro día.

Cerré mi boca y me crucé de brazos. Okay, sé que me estoy pasando, pero es que si no siguen insistiendo.

Al parecer no funciona.

- Ay, bueno ya, ayúdame al menos - tomé sus manos e hice un pucherito para tratar de lograr mi objetivo y quedarme.

- No puedo, además personalmente quiero que vayas - soltó mis manos y supiré - deja de hacerte la dura porque sabes que terminarás asistiendo. Apúrate que te voy a arreglar.

- Sí, señorita respetable y cuando quiere molesta Nanami - dije poniéndome de pie para escoger un kimono entre los muchos que me parecían iguales.

Agarré el más cercano a mí y lo alcé frente a Nanami para que me ayudara a ponerme el kimono.

Síp, llevo aquí un tiempo pero necesito ayuda para los kimonos.

- ¿Este? Es el que llevaste ayer, Kagome. Al menos finge que te esfuerzas para esto.

- Okay - tomé el que estaba junto al otro. Nanami me miró desesperada - ¿Qué? ¿Es que este tampoco te parece bonito? Mira, tiene un bordado detallado y parece bien difuminado de abajo. Me esforcé con este - "sonreí" al decir lo último.

- Bien, te ayudaré - dijo en un suspiro mientras giraba sus ojos.

Me senté en el banquillo y vi detalladamente la horquilla que reposaba en el mueble frente a mí.

No me podía sentir peor, no había hablado con él desde que intervino en mi plática con Hikaru. Aunque me agradó que interrumpiera, solo me molestó aún más después de lo que dijo.

¿Qué es lo que pretendes, perro tonto?

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El sonido de las respiraciones era lo único que se escuchaba en el comedor. Todos pretendían tranquilidad, pero todos estaban ansiosos por lo que el gran Lord, alias perro tonto, tenía que decir.

Pero como es él, en su máximo esplendor, hacía que esperáramos. Si era por compasión o supuesta piedad a lo que tenemos, o bueno, lo que teníamos, pues eso fuera lo último que quería.

- Lord Sesshomaru, ¿organizó esta cena con algún propósito? - preguntó sutil pero decidido el Lord del Este.

Luego de un momento de silencio, todos expectantes.