※43※

1K 103 72
                                    

El peliverde sintió su corazón ir aun más rápido -si era posible- cuando no recibió ninguna respuesta del menor, ni siquiera una queja o un jadeo de dolor, nada, no decía absolutamente nada mientras sus oscuros orbes se mantenían concentrados en la sangre que salía del cuerpo a su lado, preguntándose cuál era entonces la suya o si él iba a terminar también muerto.

- Tenemos que sacarlo de aquí. - dijo el mayor tomando al rubio en sus brazos bajo la preocupada mirada de su hijo - Vamos, luego podremos hablar de esto.

- Mmhm. - aceptó el más bajito sin dejar de morder con fuerza su labio inferior intentando detener el temblor de sus manos y las lágrimas acumuladas en sus ojos.

- Y deja de morder tu labio, está sangrando.

- Lo lamento. - entonces salió el primer sollozo de sus labios al igual que las primeras lágrimas.

- No es conmigo con quien te tienes que disculpar, sabes que ella me da igual, es con tu novio.

- Es mi culpa,¿verdad?

- No lo creo, si tenía la daga es porque lo iba a hacer, sólo adelantaste que lo hiciera, en parte es bueno, mira, vamos a irnos rápido de aquí como él estaba pidiendo.

- ¡No es bueno si se está muriendo, idiota!

- No se está muriendo.

- Esa perra le clavó esa mierda hasta el mango. - lloriqueó el menor de los Min.

- La daga era pequeña.

- ¿Por qué luces tan calmado? No me gusta. - puchereó el chico mientras acomodaba un poco el rubio cabello de su hombre aún en los brazos de su padre.

- Porque si me altero te voy a terminar dando un golpe. - dijo soltando un suspiro el viejo hombre.

- No fue mi culpa que esa puta rastrera sucia le metiera la lengua hasta la tráquea a mi hombre. HOMBRE.

- Ya sé que es tuyo, no me lo tienes que gritar. - dijo volteando los ojos- Y ya debe estar muerta, tienes buen ojo para disparar en zonas delicadas, soltó demasiada sangre.

- Soy bueno en eso y más si tengo un motivo. - le recordó el peliverde a su padre antes de que una ambulancia llegara. Bueno, la ambulancia personal de los Min.

- En serio eres tan bueno cuando se te sale lo psicópata. - dijo divertido mientras los médicos tomaban al ahora inconsciente rubio.

- Yo iré con él. - dijo el más bajito antes de subir después de los paramédicos y el rubio, dejando solo a Dong-yul. - Todo estará bien, amor. - le susurró el chico al inconsciente rubio antes de juntar sus labios con los del herido, introduciendo su lengua lo más que podía y chupando también la lengua del contrario hasta que lo creyó suficiente para limpiar la boquita de su mocoso.

- Señor Min... - murmuró el conductor.

- Estaré en el hospital antes de que ustedes lleguen, pero de una vez le advierto, quiero a ese niño en perfecto estado para mañana en la noche.

- Sí, Señor. Haremos lo mejor que se pueda dependiendo de la herida.

- Para mañana lo quiero listo, no me importa el costo o lo que tengan que hacer, mañana en la noche lo quiero listo.

- ¿A qué se refiere con "listo"? ¿Dice que sin ninguna cortada?

- Que ya sólo esté con los puntos.

- Entendido.

- Ahora, ¡a trabajar!

- Hasta pronto, Señor Min.

❥; I want you by my side [Taegi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora