❥; I want you by my side [Taegi]

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- ¿Cómo está él? - La voz de Dong-yul resonó en toda la habitación minutos después.

- Aún no despierta y no creo que sepa que estamos acá, cariño - murmuró la mujer acariciando la mano de su hijo.

- ¿Lo trajo otra vez aquél chico de cabello blanco? - interrogó el mayor.

- Mmhm, es su guardaespaldas, claro que lo iba a hacer.

- ¿De quién es esa chaqueta? - preguntó el canoso hombre mientras señalaba la chaqueta de cuero del pelimorado sobre la silla.

- De... Chanyeol- dijo el pálido tosiendo un poco.

- ¡Mi amor! - La mayor fue la primera en lanzarse a abrazar a su pequeño.

- Hola, mami- dijo abrazando a la mujer.

- Nos asustaste mucho.

- Perdón, no era mi intención, mami.

- Tranquilo, bebé. Yo sé.

- No te quería preocupar... Y tampoco a Dae.

- A mí también, mi pequeño. - habló Dong-yul

- ¿Quién es usted?- preguntó en un tono seco y frío.

- Yoon, no trates a tu padre así. - lo regañó la mayor.

- Pero hablo en serio, no sé quién es él, mami- dijo con un puchero.

- Yoon. - La mujer volvió a advertirle.

- Mamá, hablo en serio, no lo recuerdo, no lo conozco - dijo mirando seriamente a la mayor, no estaba mintiendo.

- ¿Qué? - La mayor murmuró asustada. - Dae, llama al doctor.

- Enseguida - dijo su hermano antes de salir casi corriendo.

- Entonces, ¿es un efecto temporal? - repitió la mayor hacia el Doctor.

- Mmhm, como tengo entendido, la relación que tenía con su padre se rompió por un gran problema, probablemente por el desmayo decidió almacenar o eliminar todo recuerdo con él que le causara molestia, pero en uno o dos meses comenzará a recordar todo.

- ¿Sólo olvidó a su padre?

- Hasta el momento, creo que sí, pero podría mostrarle fotografías de personas que son cercanas a él, podría comprobar algunas cosas.

- Muy bien. Gracias. - agradeció la dama con una leve reverencia antes de que el Doctor volviera a irse.

- Bueno, ya escucharon, es solo temporal - dijo la dama atrayendo la atención de los demás chicos.

- Creo que saldré a tomar aire. - balbuceó Dong-yul antes de salir seguido de Dae.

- No lo entiendo... Nunca he perdido la memoria, ¿no?

La Señora Min no podía pensar claramente en esos momentos. Sólo volvió a la realidad cuando escuchó un pequeño quejido debajo de la camilla de su hijo.

- Oh, sal, Tae, voy a cerrar con seguro la puerta.

- Es muy estrecho allí abajo. - El pelimorado gruñó mientras acomodaba un poco su ropa después de salir de debajo de la camilla.

- ¡Oppa! - dijo el pálido con un puchero y extendiendo sus brazos hacia el menor.

- Mi baby. - puchereó al igual que su pequeño antes de acercarse para abrazarlo.

- Tenemos que mostrarle las fotos, ¿Qué tal si no recuerda a alguien más?- Preguntó la preocupada dama.

- Yo me encargo, tú ve con Dong-yul. - La tranquilizó el pelimorado.