Dos opuestos con una obligación en común que roba sus almas y corazones... Será difícil sobrevivir a esto, pero nada es imposible.
Este es mi primer fic desde hace mucho tiempo y pues espero que les guste.
-Rs.
-¿Cómo van con esos videos?- Les preguntó a sus compañeros mientras arrojaba una lata de bebida energética al tacho de la basura.
-Aburridos, casi todos juegan de manera muy similar, es como si a todos les hubiera enseñado la misma persona.- Contestó Roan, haciendo tronar su espalda.
Lexa sacó dos energéticas más y se las dio a su equipo.
-Entonces no perdamos más tiempo, descansemos un poco, el viaje fue bastante agotador y creo que ya tenemos todo lo necesario para sobrevivir esta fase, nos quedan 45 minutos para irnos, duerman, yo los despertaré cuando sea hora.- Les dijo.
Ambos asintieron y apagaron sus computadoras para descansar un rato.
*****
-¡Bienvenidos a uno de los eventos más importantes del año, la semi final del torneo de League of Legends!- Anunció el presentador.
-Mierda, este tipo me está poniendo aún más nerviosa.- Dijo Harper.
-Hey, no pienses en él, piensen en nuestros nuevos uniformes.- Contestó Lexa.
-Heda, lo siento, pero no tenemos uniformes...-
Lexa sacó una bolsa de plástico de su mochila y miró a sus compañeros.
-¿Y esto qué es entonces?-
Roan y Harper se miraron muy sorprendidos, desde que jugaban con Alexandria se habían dado cuenta de que ella no era una persona muy cariñosa, era mas bien bastante fría. Ambos se acercaron y vieron las camisetas negras con el logo del equipo en el centro.
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-Heda, están fantásticas.- Dijo todo emocionado.
Los tres se pusieron rápidamente las camisetas y se tomaron de las manos. El presentador del torneo dio la señal y los diferentes equipos tomaron asiento frente a las múltiples pantallas de ordenador, nuestro equipo favorito estaba listo para este gran momento en sus vidas, aunque suene ridículo. Todos los jugadores se conectaron con sus respectivas cuentas y el marcador comenzó con la cuenta regresiva.
3... 2... 1...
El torneo comenzó.
***
-Bell... Bell... Te estoy hablando, no me ignores... ¡Bellamy Woods!-
El castaño volteó y enfrentó a la mayor.
-Déjame en paz, Clarke. No eres mi madre ni tienes poder sobre mi.-
-Quizás no, pero Alexandria sí, y ella me dejó a mi como adulto responsable de tus acciones, así que para ya con tu actitud de niño encaprichado y obedéceme de una maldita vez.-
Bellamy retrocedió un poco y miró a la pequeña que venía de la mano de Clarke.
