VIII.

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Unos labios depositan cálidos besos por mi cara, sonrío aún con los ojos cerrados, siento como se sienta sobre mi espalda, su dedo recorre mi espalda trazando el camino de mi columna vertebral.

-Amaría despertar todos los días así, nena.- escucho su cálida risa.

-Amor, hoy es un día especial.- Me río, abro los ojos, puedo verla sonreír.

-¿Que será eso tan importante como para que me despiertas así?- logró girarme y ella queda sentada sobre mí.

-¿En serio, amor? ¿No sabes qué día es hoy?- niego, coloco mis manos en su cintura.- ¡Es tu cumpleaños, bebé!- exclama, frunzo el ceño.- Por los Dioses, ¿Acaso no te importa?- suspiro, llevo una de mis manos a su mejilla, la acaricio.

-No, nena, en mi décimo primer cumpleaños perdí a mi madre... ese fue el regalo de mi padre, ¿a que no sabes cuál fue mi mejor cumpleaños?- sonrío, ella niega y me regala una sonrisa tímida.- El día de hoy, porque tengo a la mejor persona del mundo encima de mí con una hermosa sonrisa que ilumina mis días al verla despertar a mi lado.- sonríe enseñando sus dientes perfectos.- Te amo, Cris, como no tienes idea.- llevo un mechón de su cabello detrás de su oreja.

-Yo más, amor.- se inclina y junta nuestros labios.

-Chicas, no hagan nada indebido, vamos, en el comedor principal nos esperan.- escuchamos la voz de Stefan.

-Tú y yo tenemos algo pendiente el día de hoy.- enarco una ceja.

-¿En serio? No puedo esperar a que me enseñes que tenemos pendiente.- suelta una risita traviesa, me da un beso y se baja de mí.

-Me bañare, amor, agarra tu ropa para que te bañes, ponte guapa pero para mí.- sonrío.

-Claro, nena.- sonríe mientras entra al baño con su ropa.

Me levanto mientras oigo el agua caer, saco mi ropa de un cajón. Ha pasado una semana desde que le pedí que fuera mi novia, mis hermanos suelen molestarnos con esas bromas de que si ya embarace a Cris y yo solo me rio mientras niego, ella se oculta entre mi pecho. Sonrío al recordar esta semana. Hoy es el último día que estarán con nosotras, regresarán a casa con padre. Escucho la puerta y sale mi bella chica con una camisa blanca mía, un pantalón azul, tennis blancos y una chaqueta azul. Se acerca a mí y deposita un suave beso en mi mejilla, yo le robó un beso y entro al baño corriendo mientras cierro la puerta.

-¡Hey! Vas a ver amor mío.- Me río.

-¡Ya quiero ver cuál será mi castigo, nena!- se ríe.

Me baño rápidamente, salgo de la regadera, me seco y me cambio, me dejo el pelo suelto después de secármelo, me pongo mis botas militares. Salgo del baño, agarro un gorro de tela negro y me lo pongo, salgo del dormitorio. Mis hermanos están conversando con Cris, me acerco por detrás de ella, la abrazo y deposito un suave beso en su mejilla. Mis hermanos me saludan y me felicitan, felicito a Evan, mi hermano gemelo.

-Bueno, bajemos antes de que Boo se enoje por el hambre.- sonrío, bajamos, Cris toma mi mano, caminamos hacia el comedor, abren las puertas y dejo de sonreír al ver a todas las chicas en el lugar, a mi Padre y su esposa, amigos fuera del instituto, entre otras personas más.

-¡Feliz cumpleaños, gemelos Hemsworth!- mis hermanos nos empujan a Evan y a mí al frente, los dos estamos nerviosos.

-Eh, gracias.- murmura mi hermano.- No era necesario esto pero muchas gracias.- Me agarra, se acerca a mi oído.- Sé que odias esto pero hazlo por Cris, no insultes a papá por haber asesinado a mamá.- susurra, suspiro.

-Intentaré, Ev, no es culpa mía que la haya matado frente a mis ojos mientras no sabía de qué te tenía entonces en su castillo y el té había tomado de sus brazos para alejarte de ella dejándome a mi sin un hermano en su momento.- me suelto de su agarre y camino hacia mi Padre.- Gracias por la fiesta sorpresa.- le sonrío hipócritamente.- Ahora, tengo asuntos más importantes que cumplir.- agarro un sándwich.- Y gracias por el desayuno.- regreso a con mis hermanos.- Me largo, no estoy dispuesto a verlo con su sonrisa absurda.- mi voz empieza a cambiar.

Un amor a lo prohibido [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora