XV.

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Un estruendo me hace brincar de la cama, buscar ropa limpia y me la pongo, agarro una espada en el camino, salgo tropezándome para terminar encontrándome con mis hermanos, Erika y a Cris en la cocina. Lanzó la espada contra la pared. Todos me miran, me cubro la cara con las manos. Trato de no pensar en lo que vi. Mi cocina destruida y comida por doquier siendo devorada por Bucky. 

-Eh... Mejor salgamos de la cocina y no nos volvamos a acercar...- anuncia Stefan, me doy la vuelta y destapó mi cara, entro al dormitorio. 

-¿Amor?- escucho a Cris acercarse. 

-Déjalo así, deja que Bucky limpie el desastre.- suspiro, me abraza por detras. 

-Ya lo están limpiando.- la miro.

-Gracias pero eso no quita la horripilante vista que tenía mi hermosa cocina.- Me quejo, se ríe. 

-Amor, lo lamento pero no sabía que atacarían tú cocina.- Me giro, agarro su cintura y junto nuestros labios.- Te amo.- muerde mi labio, bajo una de mis manos y aprieto su trasero, me rio cuando jadea contra mis labios. 

-Yo más.- nos separamos, salimos del dormitorio.

-Pensamos que iban a procrear un bebé.- le pegó.- Hey, solo estaba bromeando.- se ríen mis hermanos, sonrío y ruedo los ojos.

-Pues somos mujeres, no creo que pueda embarazarla pero de lo que si estoy segura es que disfruto el día de ayer, ¿verdad nena?- la miro, esquivo el pedazo de tomate que me ha lanzado, mis hermanos se ríen junto a Erika.- Hey, vamos, lo disfrutaste.- se ruboriza, me siento al lado de Evan y subo los pies a la mesa. 

-Si, pero no tienes que decírselo a medio mundo.- Me río, miro a Stefan.

-Okey, culpable, yo también llegue a alardear que me acosté con una chica.- mis hermanos y yo nos reímos. 

-¿Hace cuanto fue eso, Stef? ¿4 años?- le pregunta Cris, miro a mi chica.

-Bueno esa.- Me río y miro a mis hermanos.- Y así es como se que es la indicada.- miro a Erika.- Hola, ¿como está mi sobrino o sobrina?- sonríe.

-Bien, gracias por preguntar, todo va bien.- sonrío, alguien enciende la tele y sale una noticia del restaurante de ayer.

-Apgalo, alguien apaguelo.- se da cuenta Cris, miro la televisión, alguien ha inventado un rumor de que alguien me pagó para matarlo, me levanto, camino hacia la puerta y se interpone Cris.- No.- la miro.

-Déjame salir a matar a la reportera.- gruño. 

-No es no.- me llevo una mano a la cara.

-Bien, un rumor más y lloverá sangre.- suspira y asiente, camino hacia el dormitorio.

-Apaga la tele.- ordena Cris.

Entro azotando la puerta, abro la ventana, saco una cajetilla de cigarros que mantengo oculta y agarro un cigarro, regreso la caja a su escondite, enciendo el cigarro y lo dejo descansar sobre mis labios mientras dejo que el humo salga por la ventana. Me quito el cigarro y suelto el humo para después darle otra calada al cigarro. Minutos después, solo queda la comilla del cigarro, lo quemo y tiro las cenizas hacia afuera. 

-¿Creías que no me daría cuenta que fumaste?- Me giro para ver a Aline, suspiro.- Agradece de que Cris no lo sabe.- se acerca.- ¿Por que volviste a fumar? Sabes que estabas dejando esa adición.- miro hacia la ventana. 

-Lo lamento, sabes que eso me relaja cuando están lloviendo problemas de nuevo.- miro hacia la ciudad.

-Lo se, pensé que Cris te daba esa tranquilidad que necesitas.- la miro.

Un amor a lo prohibido [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora