Kim Taehyung, el chico bueno, que no bebe ni se mete en problemas con las demás personas. Estudiante promedio de su escuela.
Min Yoongi, un chico extrovertido, que es un sencillo busca pleitos. El bebe y se mete en problemas.
¿Qué pasa si los dos ca...
A la mañana siguiente, cuando Taehyung se despertó; estaba en su cama, con la misma ropa que Baekhyun le había comprado. Gruñendo y frunciendo el ceño, se levantó de la cama y se encaminó al baño.
Se dio una larga y refrescante ducha, se quedó bajo el chorro de agua hasta que ésta comenzó a enfriarse. Salió con unos pantalones de deporte y una camisa floja. Secándose el cabello fue a la cocina, donde se encontró con un platillo que consistía en un par de sándwiches de jamón y un vaso de jugo de naranja.
Buscó con la mirada a Yoongi, pero no lo encontró. Suspirando, se sentó en un taburete y se dispuso a comer lo que el pelinegro le había dejado. Contando con un par de horas, pero ya que el silencio de su departamento lo oprimía, terminó de comer y se cambió de ropa.
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— Llegas muy temprano, Taehyung — el rubio forzó una sonrisa. Se sentía bastante aturdido en su departamento, tanto, que trabajar todo el turno le parecía lo más adecuado por el momento.
Sentado en una silla alta, tras el mostrador. Taehyung sacó un libro y se dispuso a leer un poco, para ahuyentar el aburrimiento. Hasta que escuchó la puerta ser abierta. Siseando, volvió a su libro.
— Taehyung...
El chico dejó el libro y bajó de la silla para salir detrás del mostrador. Ignorando a Yoongi, miró por unos segundos a Namjoon y Hoseok. Esta vez, no había risas por parte del moreno y Yoongi, sólo una tensa atmósfera.
— Por aquí, por favor — con el rostro inusualmente serio, Taehyung guió a los tres a una mesa cerca de la ventana. Una vez que Namjoon y Hoseok se sentaron les extendió el menú —. Cuando deseen ordenar, pueden llamar...a otro mesero.
— Taehyung — el chico se detuvo, sin mirar a Yoongi.
El pelinegro se acercó y extendió su mano para toca al rubio. Taehyung dio media vuelta y alejó de un golpe con el dorso de su mano, la mano de Yoongi. Impidiendo que lo tocara, se alejó un paso mientras negaba.
— Aléjate de mí.
Giró sobre sus talones y se alejó de la mesa. Yoongi miró a sus amigos. Namjoon rió y ladeó su cabeza de un lado a otro. Hoseok se estiró perezosamente.
— Será por las malas, entonces — murmuró el moreno a Hoseok.
Namjoon y Hoseok rieron e hicieron una exclamación llena de alegría antes de chocar sus manos y comenzar a murmurar cosas para que Yoongi no los escuchara y terminara echando a perder sus planes.
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