bullying {Christopher Vélez} [PAUSADA]

👑UNO👑

Se miró al espejo por tercera vez, toda su ropa la hacía ver gorda, o eso era lo que Christopher Vélez le decía y lo que ella pensaba, suspiró y se decidió por llevar lo de siempre.

Johann: Ariadna baja a desayunar -Gritó su hermano desde la cocina y ella nerviosa bajo-.

Ariadna: johann, lo siento se me hace tarde -Mintió-.

Johann: Déjame llevarte entonces -Tomó las llaves del auto y se acercó a Ariadna-.

Ariadna: Esta bien -Sonrió y fueron hacia el auto de Johann, directo al infierno de Ariadna, la escuela-.

Johann: Bien Ariadna te veré más tarde, pequeña -Tomó su mano y río- Llegare tarde a casa, tendré una junta.

Ariadna: De acuerdo -beso su mejilla- adiós, Tomy.

Bajó del auto y vio a su hermano irse, nerviosa dio la vuelta y ya podía notar los susurros y como la criticaban.

Richard: Hey ¡Gomez! -escuchó a Richard gritar y se puso nerviosa- No te han dicho que esa ropa te hace ver... GORDA -le gritó y todos comenzaron a reír-.

No dijo nada y continúo su camino a su locker. Mordió sus labios, ¿cómo era posible que la persona que se hacía llamar su mejor amigo le dijera eso? Tomó sus libros y de repente chocó con alguien.

Christopher: Oye estúpida fíjate por dónde caminas -la empujó y comenzó a reír- ¿Qué te he dicho de esa ropa, huérfana? -le grito y carcajeo-.

Sintió sus ojos llenarse de lagrimas y salió corriendo directo a los baños. Se encerró en un cubículo y se sentó en la taza. Comenzó a sollozar y a recordar todo lo que había pasado. Se puso su bolso en sus piernas y busco su navaja. Recién eran las 7:50 am y Ariadna ya quería destruir sus brazos.

Ariadna: Estoy cansada... -susurró y dejó que esa pequeña navaja cruzara por su piel- de estar cansada -terminó la frase y tiró la navaja y se hecho a llorar-.

8:30, rápidamente limpió sus brazos, colocó sus pulseras y caminó a su salón de clases.

Profesor: ¿Qué hacías afuera? -le preguntó un poco molesto, cuando le abrió la puerta-.

Ariadna: Tuve un problema -susurró y alzó un poco la mirada-.

Profesor: Pase, rápido -miró los ojos rojos de Ariadna y la miro extraño-.

Ariadna: Gracias -hizo una mueca y camino rápido hacía su banca-.

De repente sintió que alguien la empujaba contra el piso.

Christopher: Ten más cuidado -le dijo riendo, así es, Christopher le puso el pie para que cayera-.

Lo miró mal, se puso de pie y siguió su camino hacía su banca, lejos de Christopher y sus estúpidos amigos.

[...]

Joel: Al fin receso, estaba muriendo ahí adentro -rió y se sentó junto a sus amigos-.

Christopher: Cálmate, Joy -rió- Oh, ahí viene Ariadna -una sonrisa traviesa apareció en su rostro-.

Erick : Déjala comer tranquila -lo regaño y Christopher puso los ojos en blanco-.

Christopher: ¡Hey Gómez! -gritó en media cafetería-.

Todos miraron atentos esa escena, ya podían saber lo que pasaría, se acercó a ella.

Ariadna: Oh no -murmuró cuando escucho a Christopher y tuvo que voltear, no quería hacerlo, pero algo le decía que lo hiciera-.

Christopher: Sabes... -rió- Deberías darme algo de tu comida, digo, estas comiendo demasiado -carcajeó y todos los demás reían-.

Ariadna: Basta -susurró y cerró los ojos, Christopher la miró extraño, pero ella sólo corrió a los baños... otra vez-.

[...]

Richard: ¿Saben lo que dijo Christopher hoy a Ariadna? -preguntó mientras entraban a su siguiente clase-.

Erick: ¿Qué le dijo ahora? -le preguntó serio, como siempre-.

Richard: Huérfana -rascó su cabeza e hizo una mueca-.

Joel: Oh vamos -rió- Ariadna es huérfana, sólo tiene al estúpido de su hermano, no es nuestra culpa.

Erick: Joel tiene razón, Ariadna es obvio que no le duele que le digamos todo eso -se sentó en su banca-.

Ariadna entró con la cabeza baja, limpiando sus lágrimas, otra vez lloró, ¿acaso ellos no pueden entender cuánto daño le están haciendo?

Christopher: Hey fea -le gritó y aventó su mochila haciendo que cayera y la cabeza le sangrara-.

Tocó su cabeza. No pudo evitar que las lágrimas salieran de sus ojos de nuevo, todos reían alrededor de ella incluso Richard, el que hace años juraba ser su mejor amigo, se puso de pie y miro a Christopher quien disfrutaba verla así.

Christopher: Lo siento, ¿te lastimé? -dijo irónico y estalló en risas-.

Salió como pudo de ese salón, escuchando todas las burlas de sus compañeros. Años aguantándolo, no podía más, la estaban haciendo pedazos.