W I L D ; Nadie es Inocente

2- ¿Todos para uno, y uno para todos?

Era una tarde oscura, el viento soplaba y parecía como si se avecinara una tormenta, a Mac solían gustarles pero después de lo que había pasado, ahora realmente que le daba igual.

Se encontraba camino a la biblioteca en busca de un libro de anatomía.

Miles y miles de libros de todo tipo de género, y pensar que cada ejemplar tendría una nueva historia.

Mac comenzó a buscar los libros por secciones hasta que hubo uno que llamó su atención.

"Neuromante" de William Gibson.

Sintió tristeza, le recordó a Raissa, su vieja amiga.

—¡Raisaaaa! aguarda, ¡No corras! Que quiero darte algo  —espetó Mac sacando un libro de su bolso. 

—¿Qué es Mac? —preguntó Raissa, curiosa

—Es un libro de ciencia ficción —respondió la chica.

—¡Wooow! me encanta, lo voy a leer, gracias Mac —dijo atrapando a su amiga en un abrazo.

Una lágrima rodó por la mejilla de Mac al recordar ese momento.

Acomodó el libro en su lugar y acto siguiente, corrió hacia el baño.

Se fijó en que no hubiera nadie.

Buscó algo en su bolso, sacando un pequeño paquete de cocaína y se volvió a ahogar en su dolor como si con eso olvidara todo.

Y en verdad no hacía nada.
Sólo daño.

¿Pero quién pensaría que la niña perfecta sería la peor consumidora?

De repente, un portazo la sobresaltó, guardando rápidamente el paquete en su bolso.

Se giró, y se encontró con Jenna, la cual salía de uno de los cubículos del baño.

La misma, con una cara de pocos amigos, se lavó las manos y se fue de allí a paso rápido.

Mac notó rara a su amiga, como si algo la estuviera molestando. ¿Será que ella también seguiría triste por lo de Raissa?

Que no, que tenían que superarlo, que ya era hora, Jenna se lo repetía siempre pero al parecer, ni ella misma podía creérselo.

Todos decían estar bien.
Aunque todos estaban hechos mierda por dentro.
Hacían lo que podían apoyándose los unos a los otros, pues claro.

Pocas veces uno es capaz de ser valiente y afrontar su pasado, vivir su presente en paz.

Pero ellos no podían hacerlo por el simple hecho de sentirse culpables de algo, son humanos comenten errores.

Eran un ¿todos para uno y uno para todos?

Pero, ¿De qué se sentían culpables? ¿Sólo era dolor?

O, sabian algo muy grande.
Algo que no deberían saber.
Algo, capaz de hundirlos y perder todo lo que tienen...