3- "Todo ocultamos algo"

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A paso imponente, caminaba Aaron por los pasillos.

Algunos de sus conocidos lo saludaban, y algunas chicas suspiraban por él.

Pero a el no le interesaba nada de eso, estaba sumido en sus pensamientos.

Se había olvidado de la bolsita con mercancía de anoche, en los vestidores del equipo.

¿Cómo había podido ser tan idiota?
¿Qué pasaría si alguien lo encontraba? Joder.

Entonces, alguien chocó contra el chico y eso le hizo volver a la realidad.

—Eh, Mac. ¿Pero a dónde ibas tan apurada? —preguntó Aaron

—Oh, lo siento. ¿No has visto a Jenna? Es que intente seguirla pero iba demasiado rápido. —advirtió su amiga

—Mmh.. No, no la he visto —respondió. —Pero ya sabes como es, tal vez estaba enojada por algo. Con Jenna nunca se sabe.

—De verdad que nunca, ¿Eh? Que desde hace tiempo no sabemos mucho de ella —dijo Mac

—Tampoco es que sea muy abierta, ya sabes, no anda contando cosas de su vida personal a todo el mundo, en fin —respondió el chico. En ese instante, recordó de lo que se había olvidado en los vestidores —Eh, no tengo mucho tiempo para hablar ahora, ya nos veremos luego.

Aaron se alejó a paso rápido del lugar y Mac lo observó, algo confundida puesto que no entendió a que vino lo de el apuro de su amigo por irse.

¿No se habrá metido en problemas de nuevo?

Mac algo desconcertada siguió en busca de Jenna, no la encontraba por ninguna parte.

Caminó y caminó, hasta que ¡boom!

Ahí estaba, sentada en el piso  llorando.
La chica corrió hacia ella y se sento a su lado

—Hey Jenna, no llores —dijo con  un tono de compasión

—Lloro por que no hay un maldito día en el cual no recuerde la ausencia de Raissa, y por su muerte nos estamos haciendo daño consumiendo como malditos adictos. ¿Por qué mejor no vamos con, John llevamos un arma con 5 cartuchos y le pedimos que nos pegue un tiro en la cabeza? Así todos dejamos de sufrir de una vez por todas —gritó 

  —No digas estupideces, Jenna ¿Matarnos? Debemos estar realmente mal para dejar que nos maten —respondió Mac

—Ah, claro no estamos mal. Un día de estos, no me sorprendería para nada que uno de nosotros muera por sobredosis. Así que no hables Mackenzie —espetó para luego pararse y comenzar a correr en dirreccion a la puerta de salida.

Dejando a Mac con un nudo en la garganta...

Quizás si, Jenna dijo la verdad.

Algún día terminarán muertos por sobredosis.
Esas eran las palabras que rondaban el cabeza de Mac.

Por otro lado tenemos al galán de Aaron en busca de su paquete de mercancía.
Llegó a dicho lugar, comenzó a abrir cada casillero, pero el ruido de la puerta lo exaltó.

Era Peter, el jugador número 15 del equipo de fútbol.

—¿Buscas esto, Stuart? —dijo el joven señalando la pequeña bolsa de cocaína en sus manos.

—No, claro que no, es que olvidé mi.... celular aquí.

—Pues amigo mío, esto estába justo enfrente de tu casillero, ¿Vaya coincidencia, eh? Tú sabes muy bien que el director se entera de esto y no sólo te expulsan de la Universidad, si no, que irás preso por consumir. O más bien traficar esto —dijo en un tono muy seguro de si mismo

—A ver, Peter, eso no es mío. Como sabes, busco mi celular, así que déjame en paz ¿Si? ¿O quieres que le digas a todos que te acostaste con la profesora de anatomía? Sería divertido que te expulsen por eso ¿Eh? —respondió Aaron con un tono divertido.

—Ya, ya, tú ganas. No diré nada y ya me voy, adiós- dijo lanzándole el pequeño paquete.

Punto para Aarón ¿Eh?

Todos ocultamos algo, nadie es lo que parece...

 W I L D ; Nadie es InocenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora