Mas abajo de las Sabanas

Mas abajo que las sabanas

No soy diferente, tampoco busco llamar la atención, solo quiero expresarme, ser todo y a la vez nada, quiero desaparecer pero que alguien me recuerde y llore por mi. Soy una persona normal, con sueños y familia por delante pero aún así no se que me falta... ¿dinero? ¿fama? ¿familia? ¿una novia? No lo se, pero hay un vacío dentro de mi pecho, no se como explicarlo... a veces duele y a veces se siente como si a la fuerza quisiera entrar algo pero se aparta... no lo se...

Desde pequeño fui obeso, con unos kilos de mas que hacían parecer tierno a cualquiera, pero ya llegar a mis 16 con 70 kilos no era algo favorable. Primero vamos del principio, con mis padres:

Nací fuera del matrimonio, mi madre Jorgina me tenía planeado pero solo ella mi padre no tenia nada que ver en el tema del embarazo, así que me tuvo escondido 7 meses donde las fajas y las ropas sueltas eran el mejor amigo de mi madre. Me vine a enterar de esto a los 15 años.

Soy el mayor nieto de la casa, así que siempre fui consentido por mi abuela a la cual yo amaba, y pues, comencé a comer de más. Mi abuela Amparito siempre me cuidó sobre todo de mi madre cuando comencé el colegio porque era muy burro para aprender y la flojera me ganaba muchas veces. Cuando tenía 6-7 años ella murió, tras una larga lucha por su vida calló en manos de una enfermedad de la cual no se su nombre, y del cual ni me interesa saber ahora. Cuando ella murió no lloré, recuerdo las lágrimas de la familia esparcidas por el piso, los lamentos de la familia y las oraciones al lado de mi pieza, horrible. Para mi la muerte es algo simple, no es necesario tanto trámite latoso, se murió, que pena y era, welcome to life.

Cuando comencé a crecer una idea loca se me vino a la cabeza: "¿y si no como?" y ahí comenzó todo. Yo iba a un colegio público donde nos daban almuerzo, y varias veces me saltaba el desayuno o el almuerzo, aunque otras veces me comía un pan entero al desayuno EN LA CASA y luego otro en el colegio... y para el almuerzo que decir, las repeticiones a veces iban de puta madre. Recuerdo que varias veces le dije a mi mamá que no quería comer porque me ponía gordo o algo así, ya muchos años.

Ahora vamos a lo casi actual, donde comenzó mi falta de existencia y las ganas del suicidio 24/7.