🌹5|•Pensamientos

80 11 0
                                    

~Mikasa•

🌹

🌹

🌹

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Siento un gran dolor y vacío dentro de mí. Pero por una extraña razón ya no me siento perdida.

—Deberías confiar más en ellos.

Esa voz ronca me saca de mi ensimismamiento.

—Sí confío —respondo y seco esas lágrimas que han escapado de mis ojos.

—Además, preocúpate de ti misma, aunque parezca egoísta, de lo contrario estarás acabada.

—Sí, tienes razón. No debo perder la esperanza en ellos ni en mí.

Se queda en silencio y su mirada es implacable.

—Quería agradecerte por haberme salvado de verdad ¡muchas gracias! —le digo y hago una reverencia.

Nuevamente no responde nada e ignora mi agradecimiento, lo cual me hace pensar que será complicado establecer un futuro vínculo cercano como: ser amigos.

Suelto un suspiro

—Necesito revisar si tienes alguna herida.

—No, estoy bien. No te preocupes, no es necesario —digo mientras cruzo mis brazos sobre mi pecho en señal de que no quiero.

—Disculpa, quiero un tiempo para mí.

Sin dar oportunidad de responderme, él sólo desaparece de mi presencia en dirección a otra habitación.

«¿Se habrá molestado? Argh, es tan impredecible»

Giro sobre mis pies descalzos, rumbo a la habitación en la que desperté hace unos instantes y procedo a cerrar la puerta una vez que he ingresado. Luego me tumbo sobre la cama con intenciones de despejar mi mente, pero lo único que hago es abrazar aquella almohada que lleva impregnado un aroma malculino, que seguramente le pertenece a él y que por desgracia embriaga mis fosas nasales.

Despues de haber tratado de meditar, cosa que no pude del tod, me centro en una sola cosa: ¿porqué me habrán raptado, torturado y demás? No creo que sólo se haya tratado de una confusión, ni mucho menos de una simple casualidad. Ya que las casualidades no existen; detrás de todo esto debe de existir una razón desconocida, la cual aclare todo este laberinto de incógnitas.

«Asi que trataré de hacer lo posible, por averiguarlo»

Me pongo de pie, dando unos cuantos pasos hacia una gran ventana, que ofrece una vista panorámica de una ciudad devastada. Y es tan escalofriante lo que observo, que rápidamente me alejo de la misma.

—¡Esto es el infierno, que no solo se conforma en poseer nuestros cuerpos, sino de devorar todo hasta nuestras almas!

Abandono la habitación por segunda vez y estoy sola, no encuentro al desconocido por ninguna parte.

Destino Carmesí © |En Proceso Y Edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora