Capítulo N° 1

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-"Consultorio 4-H"-

Era de mañana, aproximadamente las 11:00 a.m., aunque posiblemente era un poco más temprano ya que la luz del sol aun no podía notarse con claridad, todo parecía ser bañado en una gama de colores azul.

Durante esa fría mañana, un joven acompañado por su madre y por su hermana mayor, iban de camino a un lugar "Especial", era la primera vez que iba a ese lugar. Una vez llegaron, se bajaron de la camioneta de la madre de los chicos, el menor podía notar su nariz un poco roja, incluso podía sacar un poco de vapor de su boca cuando hablaba y también cuando respiraba, traía puesto un abrigo con una bufanda, unos guantes, orejeras, y un gorro, el cual era de color grisáceo.

Se encontraban justo afuera del edificio de psiquiatría, ambas habían decidido venir a acompañar al menor y la verdad, aunque toda la familia le acompañara, no se le iría esa extraña sensación de intranquilidad que estaba sintiendo en esos precisos momentos...se supone que sus padres ya habían pedido la consulta desde hace unos 6 o 7 meses atrás...desde que todo ocurrió...

- Bueno...ya estamos aquí... *Suspira y coloca su mano suavemente en el hombro derecho de su hijo* ...¿Listo? - Preguntó su madre dándole una pequeña sonrisa, este volteó a verla y dio una fingida sonrisa de tranquilidad, dando a entender que "Si" podían pasar.

Cuando pasaron aquella puerta de cristal, su hermana entrelazó su brazo con el del menor, no pudo evitar voltear a verla, era unos pocos centímetros más alta que él, está le dio una sonrisa, dándole a entender que todo iba a salir bien.

- Tu sonrisa en vez de darme tranquilidad me da risa, Jaja - Dijo, a lo cual ella solo siguió su risa - Jajaja, lo sé, por eso lo hice... *Suspira* ¿Sabes?, tú no eres el único que va a estar con un psicólogo, ¿O ya olvidaste lo qué a mi me sucedió? *Dijo de manera tranquila y un poco burlona*.

Tras escuchar esa pregunta, lo único que hizo el menor fue mover su cabeza de un lado a otro, negando, como respuesta a lo que le dijo. Siguieron su camino hasta llegar a las puertas de un elevador, una vez entraron y que su madre pulsara el botón para el 4to. piso, se cerraron las puertas, y empezó a subir...y por ningún motivo en específico, el chico empezó a temblar un poco, sus miedos y nervios le ganaron.

Pero tenía una excusa perfecta, diría que es lo frío del ambiente, afortunadamente, ni su madre ni su hermana lo habían notado.

- Madre...¿Enserio es necesario todo esto? - Preguntó con el ceño fruncido, era evidente que no podía soportar más estar ahí, no estaba loco, y no le gustaría que alguien que no le conoce le tachara y calificara como tal.

Cuando su hijo le preguntó eso, ella solo volteó a verle, su mirada y su expresión se convirtieron en tristeza - Rafa...sabes que esto es lo mejor, y si lo estamos haciendo es por tú bien, y por que te amamos *Posó su mano en la mejilla del menor y la acaricio* ...Y por que estoy segura que él habría querido lo mejor para ti.

Rafael no dijo nada...solo la abrazó...cuando se separaron del abrazo, siguieron con su recorrido hacia la oficina del loquero, que era lo que el chico seguía pensando, no tardaron mucho al llegar, ya que solo era cuestión de unos cuantos metros. Cuando por fin habían llegado, se detuvieron justo en frente de la puerta color verde oscuro.

El chico alzó la mirada y vio el letrero que tenía la puerta en lo alto -"Consultorio 4-H" - Dijo en un susurro para sí mismo.

Hasta el Final del Arco Iris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora