Capitulo V

7 0 0
                                        

Las voces dentro de mi mente, cada vez iban muy rápidas, y me cuestionaba demasiado, a todo lo que esta pasando en estos momentos a mi alrededor. Conseguí unas ojeras que a distancia se me notaban, no hable con nadie que perteneciera a ese castillo, el lugar se me hacia muy lejano, no tenia tiempo para pensar en estas cosas.

Día tras día, minutos tras minutos, y segundos tras segundos, mi vida se me esfumaba, no tenia control de mi misma, y comprendí lo que realmente me estaba sucediendo. Esta persona no era yo, es como si alguien me controlara, era una marioneta del destino.

Mi voz era muy baja, casi parecido a un suspiro, pero mi interior, se sentía cálido y reconfortante, no quería vivir esta vida que me carcome esos segundos que podrían valer mas que mil palabras.

Me desperté a mitad de la noche, y me encontré con un ambiente bastante conocido para mi,me gustaba esa intensa lluvia que caía lentamente sobre la ventana, mi pecho se oprimía, y no sabia sobre esa razón tan inexistente que me hacia preguntarme miles de cosas.

Lentamente abandone el lugar habitual de mi cama, camine a pasos lentos y observe con nostalgia lo que el cielo me regalaba esa noche. Siempre creí que el cielo y la naturaleza de estos arboles y sus secretos que día a día nos permiten conocer una faceta, de lo que es capaz de hacer.

Mi vida se resumió en dolor y agotamiento, por lo general, no quería recordar el momento en cual me sentí mas sola en este mundo, en un rincón oscuro como ese hueco entre los arboles del bosque que mi vista se permitía apreciar.

Un sonido proveniente de la puerta de mi habitación me saco de esa pequeña reflexión que estaba debatiendo mi mente y vi a una joven mujer, que el color de sus ojos eran atrapantes, casi cegadores, avanzo dos pasos y cerro la puerta.

Me sentí intranquila al segundo que la tuve a escasos centímetros de mi, observando cada parte de mi rostro, como si escaneara algo, su entrecejo se frunció y se separo de mi, y me permití respirar por un segundo.

Estaba de curiosa, observando el lugar de mi habitación y se acerca a la ventana donde estaba hace unos segundos, que no me di cuenta que me moví de allí, seguro fue por la impresión del momento.

Solo una palabra me basto para temer. De sus labios, salieron palabras que me causo un terrible dolor en el pecho y caí al suelo.

  — Soy hermana de Megan  

Mis pulmones no captaban el aire necesario, observe a esa mujer que me dañaba con algún clase de poder que posee como vampiro, lo supe desde un instante al observar esos ojos tan profundos.

  — Solo dime, ¿Porque estas aquí poniendo de cabeza el Castillo? -Habla de forma irónica y se acerca a mi-

   — ¿Porque? - Respondo un poco enojada y mi respiración se calma un poco-

  — Creo que Frederic piensa que eres mi hermana -Dice sonriendo- Pero estas lejos de alcanzar lo que fue Megan en este mundo.

Jamas pensé en ese sujeto hasta hace unos instantes, me sentí triste y enojada, tome fuerzas y me levante del suelo y me acerque a esa mujer de cabello rojizo.

   —  Dime, ¿Tengo posibilidad de saber, como murió ella? -Pregunte y la mujer me observo molesta y me agarro del cuello estrellandome contra la puerta- 

   — Primero te matare , escorias como tu, en este mundo solo envenenan -Espeto enojada y me soltó-  

Esta mujer esta llena de secretos como la mayoría de las personas que conocí, hasta el momento me sentí sola, enojada, traicionada y un sin fin de sentimientos que nunca creí recrear en mi, se cuelan en mi sistema. 

   —¿Solo matarme? -Pregunto irónica- Si eso te hace feliz -Avanzo hasta ella y agarro su antebrazo- Hazlo -Sonrió- ¡Hazlo ya!.

Ella se suelta, y me observa un poco sorprendida y rápido su expresión se esfuma y cuando iba a responder, la puerta se abre y las dos volteamos a ver a la persona que estaba allí.

   — ¿Que demonios sucede aquí? - Habla Demond atravesando la puerta-

La mujer que estaba a mi lado, se esfumo, busque por todo el lugar con mi mirada y Demond llega a mi preocupado.

   — Melina - Habla-

  — Demond - Respondo mirandolo- ¿Viste a la mujer que estaba conmigo? - Pregunte un poco asustada-.

   — Melina, estas sola, te vi sola, ¿Que sucede?, esos gritos tuyos me alertaron - Responde observando el lugar-.

  — ¡No! -Grito y lo alejo- ¡Ella estaba aquí! -Apunto frente a mi- Yo, aun no estoy loca -Digo en voz baja y lo miro- Era pelirroja de cabello rizados, ojos avellanas, de mi estatura, -Informo de manera apresurada-.

La expresión de Demond se oscuresio y me acerco a el.

   — Melina, ¿Estas segura? - Pregunta abrumado-

  — Es hermana de Megan, solo dijo eso -Respondo mirándolo-.

Demond me sujeto del brazo y salimos de mi habitación.

   — ¿Que mas dijo Melina? - Pregunta mientras avanzamos-.

  — Que soy una escoria aquí y que envenenare a todos -Hablo mientras avanzo al mismo ritmo que el-.

   — ¡Demonios! -Maldice- ¡Reúnanse todos ahora! -Grita el y en cuestión de segundos llegamos a la sala-.

Observe a los vampiros de su clan por primera vez, me sentí muy pequeña cerca de ellos, no sabia que hacer, estaba asustada, temía que hice algo malo.

Se que esa mujer me buscara, algo de mi necesita. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 10, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Conde VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora