Un puñado de culpabilidad.

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Gris. Todo era color gris donde sea que los ojos mirasen. Samantha estaba de pie frente a uno de los directivos principales de la corporación experimental. Al parecer su accidente no había pasado desapercibido por los cabecillas de la corporación. Pero la persona que esperaba a la joven, realmente la aterraba. Se trataba de una persona con una reputación sumamente desagradable, pero era el jefe sobre su cuadrante. Así que Samantha debía obedecerle sin cuestionar. Ese hombre era conocido por varios apodos, entre los que estaban "el sucio Rudvisk" o "el lobo gris", y valla que tenían motivo para esos apodos. Las baldosas de mármol que recubrían su oficina, en su tiempo seguramente fueron blancas, pero la suciedad y la corrosión les daban un aspecto lúgubre y un poco asqueroso. La bata de aquél hombre, indumentaria que siempre debía ser utilizada por norma oficial de las instalaciones, tampoco parecía haber tocado el jabón en mucho tiempo. Los cabellos canosos y los ojos de tonos grises, así como las grandes ojeras que colgaban de estos por falta de sueño, revelaban que el doctor no vivía de la mejor manera posible. Y, para darle un toque aún más insalubre, el tono de la piel del desagradable directivo había adquirido un tono de color gris pálido, en parte por la suciedad del mismo individuo, talvez incluso por no salir al exterior en años, o quizá por su deteriorado estado de salud. A lo mejor todos les daban muchas vueltas al asunto y solo era el tono natural de la piel del científico, pero fuera cual fuese la explicación, valla que era desagradable.

— ¡Es simplemente inaceptable! ¿¡Tienes una idea de la gravedad de la situación!? ¡Absolutamente todo se salió de control ahí abajo! — El lobo gris hablaba apresuradamente en tono de voz alto, casi gritando mientras no dejaba de observar con sus ojos a través de un extraño microscopio. Era alguien impulsivo y en definitiva, excéntrico. — ¿¡Cuál fue el error en la prueba niña!? ¡Vamos, respondeme! Antes de que mi cuerpo quede tieso como la carne seca.

— Lo-los equipos fa-fallaron señor. La vi-vi-víctima murió porq-

—¿La vi-vi-vi-vi-victima?— Interrumpió el científico en tono burlón, levantando la mirada de sus asuntos y mirando a Samantha. Uno de sus ojos la miraba fijamente de manera autoritaria, y el otro miraba ligeramente hacia arriba. Entonces su voz se hizo mucho más severa. — ¿Crees acaso que me importa tan sólo un poco lo que le ocurra a los sujetos de prueba? ¿¡Sabes cuántas personas han perecido en este último mes!? Basta ya de tus ta-ta-tartamudeos estúpidos mocosa. Los otros miembros del comité cuentan a mis espaldas que he perdido el juicio por permitir a una muchacha engreida de 16 años dirigir a hombres de 40. Así que díme niña, ¿Cometí un error?

-—No señor. Di-dísculpe mi torpeza.—Respondió la joven sin pensarlo.

-—Me alegra escuchar eso jovenzuela. Yo, el gran Rudvisk Wolfchev, estoy poniendo mi reputación sobre tus enclenques hombros. —El lobo gris entonces regresó a tomar notas de manera apresurada. —No me hagas quedar mal otra vez, o volverás a la sala 66, ¿Queda claro? No quiero más fallas.

—Pero es que sólo fue un problema co-con la maquinaria y la compatibilidad... — La niña entonces se fijó en que el ojo que no la miraba del hombre, estaba ahora temblando un poco, haciendo casi imposible apartar la mirada de él — Si tan sólo pudiéramos calibrarla de nue...

— ¡Calla niñata, calla de una vez! Tus estridentes tartamudeos y quejas no me dejan concentrarme. Esto es un asunto delicado, ¿sabes? No quiero saber "qué salió mal", ¿Comprendes? Yo sólo quiero saber "qué harán para que nada salga mal nuevamente".

—No habrá más fa-fa-fallas señor, si eso es lo que desea. — Dijo Samantha, recuperando la compostura y esforzándose por no tartamudear.

— ¿¡Si eso es lo que deseo!? Te diré que es lo que desea tú superior, ósea yo. ¡Te diré que es lo que desean MIS jefes! ¡Valla, te diré también lo que desea la corporación! — El hombre entonces se percató de que la niña miraba su ojo de la misma manera que alguien mira un montón de desechos de perro — ¿¡Me estás escuchando!? ¡DEJA DE MIRARME ASÍ! ¡¡PRESTA ATENCIÓN, LO DIRÉ SÓLO UNA VEZ!! ¡¡¡QUEREMOS RE-SUL-TA-DOS!!! — Dijo intensamente Wolfchev, al tiempo que golpeaba con el puño sobre su escritorio, haciendo énfasis en sus palabras, pero rompiendo en el proceso uno de los varios frascos vacíos repartidos por toda su oficina.

-Pe-permítame ayudarle a limpiar eso señor- Dijo apresuradamente la chica, acercándose a levantar los fragmentos de cristal rotos.

-¡Largo de aquí S-16! ¡Sácate a limpiar tus propios desastres, que desafortunadamente para mí nunca son pocos! -Exclamó el directivo mientras le daba un puntapié a la niña y señalaba la puerta con sus huesudos dedos de la mano. Samantha se levantó y rápidamente se encaminó hacia la puerta, pero sus manos temblaban y no conseguía abrirla.

-¡No vuelvas a causarme problemas! ¡Y no quiero saber nada acerca de tí a menos que tengas buenos resultados, ingrata! -Gritó el directivo, mientras arrojaba otro frasco de cristal que se hizo añicos contra la pared, justo a un lado de la chica, quien por fin consiguió salir de la habitación.

Asustada, y con las manos aun temblando a causa de el sobresalto por lps cristales, la niña respiró profundamente, intentando tranquilizarse. Realmente el profesor tenía un mal carácter, pero gracias a él, Samantha, quien había llegado a las instalaciones como un sujeto de prueba más y cuyo destino sería indudablemente morir "por la ciencia", ayudo a resolver un problema que había estado causando inestabilidad en las maquinarias de los científicos.
Tras ese suceso, fue promovida asombrosamente de "conejillo de indias" a doctora a cargo de el experimento de fusión arcana.

Aún así, estando al mando de alguien tan aterrador, haciendo un trabajo dudosamente honrado que terminaba en la muerte de unos cuantos para conseguir un avance científico, no parecía del todo un buen camino a seguir. Pero para ella, esa senda era la única que había.

Así que, llegando de vuelta a la zona de su laboratorio, la joven se puso a revisar fórmulas y ajustar medidas diferentes sustancias alquímicas, además de inspeccionar las especificaciones del siguiente desafortunado sujeto de prueba que sería utilizado de conejillo de indias.

-¡Aquí S-16! Código de autorización 25-23. Procedimiento estándar. Protocolo Sahrim. Realiza un diagnóstico previo de toda la maquinaria. ¡Traigan aquí al si-siguiente sujeto de pruebas!

-CÓDIGO DE AUTORIZACIÓN VERIFICADO. PROTOCOLO SAHRIM INICIÁNDOSE. EJECUTANDO PROCEDIMIENTO ESTÁNDAR DE FUSIÓN ARCANA. DISPOSITIVOS ALISTANDOSE PARA EL DIAGNÓSTICO. - La inteligencia artificial a cargo de la seguridad era bastante útil. No cuestionaba a nadie y para ella no había moral. Todo eran comandos y órdenes. Pero no era así para la doctora, quien contemplaba como el dispositivo Spectra ejecutaba un diagnóstico de sus muchas y diversas cuchillas, con su sorprendente cantidad de brazos articulados y finos como agujas. La sierra principal del artefacto aún tenía manchas de sangre seca.

- El sujeto está listo doctora. Se le suministró Bendizol 44 y una dosis pequeña de Brizna del ahorcado. No debería despertar, pero sentirá absolutamente todo. Podremos monitorearlo y no nos causará problemas. - Un hombre de edad adulta con barba partida trajo al conejillo de indias, un joven no muy mayor, con cabellos rubios y tenía una gran cicatriz en el pecho. Se notaba muy desnutrido, y los huesos eran visibles a través de la piel.

-Mételo en la cámara de fusíon. Y asegúrate de que el conducto de depuración no esté abierto. -Dijo la chica mientras miraba al joven ser metido dentro de el contenedor cilíndrico. Miro a su alrededor, algunos compañeros aún limpiaban el desastre del experimentó anterior en un contenedor adyacente. Pero había más cilindros similares, siempre había más.

- DIAGNOSTICO PREVIO COMPLETADO.
×LA CÁMARA DE FUSIÓN NO PRESENTA NINGUNA ANOMALÍA.
×EL DISPOSITIVO SPECTRA FUNCIONA CORRECTAMENTE. ×TEMPERATURA ÓPTIMA DE 38 GRADOS VERIFICADA.
×SE REQUIERE AUTORIZACIÓN HUMANA PARA COMENZAR EL PROCEDIMIENTO ESTÁNDAR DE FUSIÓN ARCANA.

Samantha miró por última vez al joven dentro del contenedor. Sus cabellos rubios eran de un tono similar al cabello de ella. Mirando hacia abajo, giró la cabeza para no observar el contenedor.

-A-aquí S-16. Código de verificación 25-23. Auto-to-Autorizo la ejecución del p-p-procedimiento estándar.

-CÓDIGO VERIFICADO. INICIANDO EL PROCESO DE FUSIÓN ARCANA. COMENZADO TRANSMUTACIÓN...

La niña sintió una lágrima resbalar por su mejilla, y un sentimiento de culpabilidad muy grande la recorrió por completo. Pero nada podía hacerse. Ella no quería estar en el lugar de los sujetos de pruebas. La máquina siguió dando especificaciones de como estaba resultando el procedimiento, pero Samantha no la escuchaba. Y mientras se escuchaba el sonido de una sierra en operación, la joven muchacha, de espaldas al contenedor para no observar tal atrocidad, pensó que de verdad no tenía otra opción más que obedecer.

Umbral de la corduraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora