Narra Adela:
Esa canción. Esa canción fue la última que salió de los labios de papá antes de que el accidente sucediera, mi canción favorita y la más significativa de todas las miles de canciones que existen en este mundo.
Sin más que la confusión impregnada en mi rostro me dirigí a la salida del bar con la leve sensación de soledad y las intenzas ganas que había en lo más profundo de mi ser de que las lágrimas brotaran hacia mis mejillas. No entendía qué estaba pensando en el momento que Mike me pregunto si incluiriamos More than words al libreto. Ya no podía ser fuerte, no quedaba la intención de seguir escondiéndome en una capa forjada de xperiencias y miedo. Esta no era la vida que quería para mí, pero el dolor ya es insoportable y no quiere seguir escondiéndose.
Comencé a correr, sin importar las gotas de agua que caían sobre mí, confundiéndose con las lágrimas que incontrolablemente saltaban por mis irritados ojos.
Llegué a la entrada del edificio y lo único que mis fuerzas restantes permitieron fue bajar lentamente apoyando mi espalda a la pared mientras sentía un ahogado sentimiento de abandono que no me dejaba respirar tranquilamente, tal como hace muchos años no hago.
No tuve conciencia de cuán sumisa al dolor me encontraba o cuánto había sido el tiempo que en el suelo estuve sentada, pero de pronto sentí unos brazos rodear mis convulciones, consolandome discretamente. La necesidad de conocer a quién me proporcionó tal grado de tranquilidad en mi oscura locura fueron insuperables; solo busque un rostro y lo que encontré fue un par de ojos bellos que me miraban con melancolía.-Mike -Dije en un susurro.
-Tranquila, pequeña -Dijo susurrándome tiernamente al oído. Nos levantamos lentamente y abrazados nos dirigimos al departamento.
Al entrar sentí un frío abrazador que nos penetró lentamente y me obligó a abrazar aún mas fuerte a Mike. Nos sentamos en el sillón de mi sala y nos quedamos en completo silencio.
-Gracias, Mike -Dije con la cabeza gacha. Él me miró y logré ver mechones de su dorado cabello pegados a su frente por el agua que escurría de pies a cabeza, también note el rojo de sus mejillas y nariz. Al parecer no era la única afectada por el frío de la noche.
-No hay de que, pequeña, pero debo admitir que me tienes extremadamente confundido -Dijo con el ceño fruncido mientras me miraba tiernamente a los ojos y posaba su fría mano en mi húmeda mejillas.
-Lo lamento, pero no creo que sea demasiado interesante mi ridícula y triste historia -Hice una leve mueca mientras el quitaba con su pulgar la última lágrima de dolor que quedaba en mi ser.
-Cuenta me. Hay veces que lo mejor es desahogarse y dejar salir todas las penas -Me sonrió delicadamente.
-Mi padre siempre me cantaba en las noches, su voz me tranquilizaba y lograba que pudiera conciliar el sueño. La última noche que me fue a cantar, fue la noche anterior al accidente; More than words -Hice una pausa en la que sonreí pesadamente -, es por eso que me afecta haber cantado aquella canción que renace los millones de recuerdos en mi mente.
Mike tenía razón, hay veces que es mejor desahogarse que vivir toda la vida en la tristeza.
-Gracias -Dijo con una sonrisa, mientras que yo lo miraba con mi cara repleta de confusión -, gracias por abrirte para mí.
-Gracias a ti por escucharme. Creo que no eres tan malo como pensaba -Le sonreí sinceramente. Su mirada se endureció y la sonrisa de hace unos momentos desapareció sin dejar rastro alguno. Se levantó bruscamente del sillón y corrió su mirada.
-Es hora de irme.
-¿Qué sucede? -Pregunté totalmente confundida.
-Nada, sólo ya es tarde -Comenzó a caminar hacia la puerta pero yo fui mas rápida y lo tomé de la mano, impidiendo su salida.
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Deathbed
RomanceOscuridad. Lo único que mis ojos distinguen en aquella habitación oscura es el líquido rojo esparcido a mi al rededor, y lo único que puedo sentir es el frío que corre por mi espalda. Acerco mis manos a aquellas cicatrices y siento como la piel comi...