Él, el causante de buena parte de mis males, o la razón de mis días, según se mire.
Desvió un poco la mirada al darse cuenta de que noté su presencia. Mi corazón comenzó a latir rapidamente, todo mi cuerpo se puso en alerta. Me sequé disimuladamente los ojos y me levanté del suelo como un resorte.
Le ví caminar a lo largo de la cristalera y abrió la puerta de la clase. Caminaba hacia mí, con su ropa blanca y negra deportiva y su mochila a cuestas. El flequillo le caía humedecido por la frente, posiblemente había estado ensayando. Él ensayaba en cada hueco que encontraba.
Toda la estancia pareció iluminarse con su sola presencia.-Hola... -Dije timidamente
Se quedó mirándome en silencio, directamente a los ojos. Mierda, estaba claro que se había fijado en mis ojos llorosos.
-Vas con miedo... Te encoges. Así nunca girarás. -Dijo él, directo.
Tragué saliva. Ese chico me imponía, ya no sólo porque estuviese loca por él, sino porque me estaba hablando el mismísimo dios de la danza. Era el mejor de todo el conservatorio posiblemente. Sus habilidades y su forma de ser tan amigable y responsable le habían convertido en el ojito derecho de todos los profesores. Ya estaba fichado para una audición de una empresa de entretenimiento, y sin duda, iban a cogerle. De otra manera sería absurdo.
Funky, contemporáneo, jazz... Daba igual, él era dueño absoluto de todos sus movimientos.
Y de todas estas cualidades podía disfrutar su chica, la mujer posiblemente más afortunada del mundo. No era bailarina, por lo que no se la veía a menudo por ahí, pero varias veces se les había visto a la salida del conservatorio. Yo misma los ví, juntos, y los brazos de ella rodeándole el cuello. Y oí mi corazón resquebrajarse. Y desde entonces los intentos por apartarle de mi mente habían sido muchos pero inútiles.
-Carraspeé- Hago lo que puedo...
-No lo haces. -Replicó. Dejó su mochila al lado de la mesa donde tenía el Ipod y los altavoces y se sentó en el suelo con las piernas cruzadas. Extendió una mano como para invitarme a algo.¿Cómo? No pretendería que iba a hacer el ridículo delante de él, más aún de lo que ya lo había hecho.
-¿Qué? -Pregunté, haciéndome la tonta.
-Que lo repitas. -Respondió, sonriendo. Con esos labios carnosos, tenía la sonrisa más bonita del mundo.
-Nonono...
-Veeenga.
-¿Para qué? Ya has visto el desastre que he hecho.
-No has hecho ningún desastre, sólo necesitas un poco más de seguridad para hacer las cosas y... Dejarte llevar.
-Para ti es muy fácil decirlo.
-Y para ti va a ser hacerlo, ya verás. Ahora baila.
-Jimin...
-Resopló y se apartó el pelo hacia atrás de aquella manera que sólo él podía hacer. Sentí mi cuerpo estremecerse. - ¿Quieres que estemos aquí todo el día? Vale, yo no tengo prisa.¿Cómo? Nunca le había visto tan directo... De hecho solía ser tímido, al menos con las chicas. Creo que él y yo no habíamos intercambiado más de 3 frases y algún que otro encuentro en los pasillos. Y ahora estaba ahí delante, perdiendo el tiempo con una niña idiota, y más seguro de sí mismo que nunca.
-Joder, está bien... - Me acerqué al Ipod y puse la canción. "Lie"
(Si te está gustando la historia, ¡agradecería una 🌟! Gracias por leerlo)
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LIE (Jimin 🔞 )
Fanfiction"Ví a alguien a través del espejo, al otro lado de la clase, con medio cuerpo escondido tras una pared, pero observando. No podía ser. Ese pelo rubio ceniza, cara angulada... Podría saber que está cerca incluso sin verle. Era él. Jimin."