capítulo 16

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- siga! Empuje condesa! - le decía el doctor

- está pálida! - gritaba Katerine mientras cogía la mano de su nuera

- doctor...- Victoria se preocupaba como su madre al ver el estado de su cuñada

- tiene que seguir, en este lugar, no tengo el material para abrirla - contestó. Luego, miró a Annie - vamos condesa, un poco más

Annabella apretaba todo lo que podía, llevaba más de 19 horas de parto y estaba agotada. Los dolores, no la dejaban ni pensar

Madeleine junto a sus padres, y el Conde Paul Myers, estaban a la espera detrás de la puerta, cada vez estaban más tensos.

- cómo puede tardar tanto? - decía Paul sin dejar de andar de un lado a otro

- tranquilo - intentaba calmarlo Maxwell

- no puedo... - se sentó en una de las sillas - lleva demasiado tiempo allí dentro

Marie y Madeleine se miraron, ambas pensaron por igual y se asintieron. Sin decir nada, abrieron la puerta ante la mirada de los hombres y entraron dentro del dormitorio

- tienen que irse - pidió el doctor

- no... Soy como su madre y ella como su hermana - Marie se acercó a la cama y se sentó al lado de Annie apartando con delicadeza a Victoria - vamos cielo... Ey... Annie - Annabella la miró, estaba tan blanca que parecía la pura nieve

- señora ...- dijo Annie en un hilo de voz

Marie dejó pasar ese ' señora ' no era el momento - vamos cariño, tú puedes - cogió su mano y acarició su rostro

- no puedo - decía entre lágrimas

- claro que puedes, eres hija de tu madre - la hizo mirarla de nuevo - si ella pudo, tú también Annie - le apretó un poco la mano y le sonrió

No supo porqué razón, pero esas palabras le dieron algo de fuerza y cuando una nueva contracción llegó, volvió a empujar de nuevo.
Un grito salía de lo más profundo de su garganta por el dolor, pero siguió empujando, hasta que...

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Los soldados estaban preparados para escapar de los franceses. Habían estado acabando los detalles para poder irse sin hacer apenas ruido.

- iros ya - decía Robert mientras apoyaba su espalda a la pared

El médico se acercó a él - cambia de opinión Robert

- os retrasaría. Tenéis que iros ya y avisar al Rey. Tenéis que ayudar en batalla. Decirles todo lo que hemos oído aquí - los miraba a todos - es una orden

Los soldados apretaron la mandíbula y asintieron sin estar nada conformes, pero tenían que salir sí o sí de allí.
Momentos más tarde, sacaron una de las mantas que tenían al suelo y dejaron paso a la vista el agujero cavado en todo ese tiempo.

Otro soldado miró a Robert - tendremos ventaja - insistió

- iros ya - le decía entre suspiros y agotamiento. Sabía que sin él, tendrían más ventaja si los pillaban, era mejor que él se quedara allí y si tuviesen que descargar su rabia los franceses, que fueran con él, no con ellos.

Los soldados empezaron a meterse por el agujero. El último, fue el doctor - volveremos a por ti

Robert sonrió - vete

El doctor bajó al agujero y Robert se acercó como pudo para taparlo. Cogió aire despacio y con signos de dolor. Notó como su pecho le dolía. No sabía cuánto tiempo iba a aguantar, pero no sería mucho, aún así... Iba a darles tiempo suficiente para que llegasen hasta el Rey y contasen los planes de los franceses.
Pensó ahora en su esposa... _ Annabella ... Lo siento Annabella... Perdóname por favor... _ con ese pensamiento, se tumbó para poder encontrar algo de alivio en sus muchas heridas graves.

mi General ( TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora