Capítulo 8: Pervertido

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Pero yo soy un cretino, un bicho raro
¿Qué diablos estoy haciendo aquí?
No pertenezco a este lugar

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Milenios Atrás

Wad había conocido a Tutah desde la escuela secundaria y accidentalmente se convirtió en su mejor amigo. Era su único amigo, y le gustaba de esa manera. Al crecer, no había tomado las mejores decisiones y había cometido muchos errores. Había hecho cosas de las que no estaba orgulloso y ahora estaba lleno de remordimientos. Wad descubrió que cuanto menos se involucraba con la gente, mejor.

Apenas se daba cuenta de lo que había a su alrededor. Wad odiaba la interacción social y prefería quedarse solo. Había estado mirando al azar a las mesas donde los estudiantes estaban reunidos cuando se dio cuenta del apuesto estudiante y lo había estado acechando desde entonces.

"Güey... dejar de mirar... te ves como un pervertido," dijo Tutah, codeando a Wad en las costillas.

No estaba bien de él estar mirando, pero Wad nopudo detenerse a sí mismo. Era como una polilla atraída por la luz.

"¿Qué?" Wad respondió, apenas haciendole caso a Tutah.

"Eres lo suficientemente aterrador. No deberías mirarlo tan fijamente."

Wad miró a Tutah inexpresivo y dijo, "No lo estoy mirando."

Sorprendió a Tutah ver a su amigo en este estado. Era algo que no había visto antes. Tal vez fue porque esta era la primera vez que veía a Wad interesado en otra persona. Por lo general, era al revés.

Tutah rodó sus ojos,  "Como quieras, es raro. Míralo, está lleno de vida y energía, y tú eres ..." Tutah suspiró por un efecto dramático. "Solo tú."

"Gracias, amorcito," dijo Wad sarcásticamente.

Tutah se estremeció, "Por favor, no digas eso. Cuando sale de tu boca, es más aterrador que lindo. Por cierto, ¿por qué estamos acosando al bombón de todos modos?"

Wad no era un libro abierto, mantenía mucho guardado. En este caso, Tutah no iba a rendirse tan fácilmente. Él no quería entrometerse. Sólo estaba vigilando a sus dos amigos, eso era todo lo que estaba haciendo.

"Unicamente estoy admirando su belleza," respondió Wad, mirando de nuevo al muchacho que habían estado siguiendo sutilmente.

"Claro que lo estas haciendo. Wad, ya conoces su horario. Las rutas que toma por la universidad y hasta con quien pasa el rato."

"Tu punto?" Wad preguntó secamente. " ¿Soy un pervertido? Soy un bicho raro? ¿Qué diablos estoy haciendo aquí? Sigo haciéndome esas mismas preguntas."

"¿Por cuánto tiempo vas a seguir haciendo esto?" Pregunto Tutah, mirando a Wad directamente a los ojos.

Wad suspiró, "Tienes razón. Vamonos."

El bombón como Tutah lo llamó había cautivado a Wad desde el momento en que había puesto los ojos en él.

Antes de que Wad lo hubiera notado, su vida había sido aburrida y monótona. Estaba agotado de la vida y acosando al muchacho guapo le dio un nuevo propósito a su vida.

Tutah le dio un puñetazo en el brazo. "Te pasará en unos días Wad. Me sorprende que haya durado más de una semana."

Wad le guiñó un ojo a Tutah, "Aww nena ... ¿estás celosa de que no haya coqueteado contigo durante más de una semana?"

Tutah se atragantó, "Asqueroso."

Wad pateó a Tutah en la espinilla.

"Te escuchó, pequeña mierda.  Ahora, vámonos."

Tutah disfrutaba secretamente viendo a sus amigos acosándose mutuamente. Estar en el medio viendo cómo se desarrollaba todo era lo más divertido que había tenido todo el año.

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Fila tras fila de libros cuidadosamente alineados, mesas para un estudio tranquilo, quietud amortiguada. El bibliotecario en la mesa de ayuda. Una atmósfera silenciosa perforada por la risa ocasional. Personas con ordenadores portátiles, tutores y estudiantes, carteles para club de libros en la pared. Paredes de revistas, estantes de CDs y películas. Un rincón aislado oscuro y tranquilo.

Wad apenas se daba cuenta de lo que estaba a su alrededor. Odiaba la interacción social y prefería quedarse solo. Había estado mirando al azar a las mesas donde estaban los estudiantes reunidos cuando notó al estudiante guapo y lo había estado acosando desde entonces.

Estaba solo en la biblioteca, pensando en su rinconcito especial. Tutah tenía razón. No debería estar mirando a nadie. Especialmente a alguien que estaba tan lleno de vida. Se aclaró la cabeza y hundió la nariz en el libro que supuestamente estaba leyendo.

Alguien se aclaró la garganta detrás de él. Wad casi se cae de la silla. La emoción cableó su cuerpo como si estuviera enchufado a la red eléctrica. Sentía que su cerebro estaba en avance rápido y no había un interruptor para apagarlo.

"Veo que has dejado de seguirme."

Wad miró al chico guapo frente a él, incapaz de hablar. Podía sentir un calor que viene sobre él mientras se sonrojaba. El joven parecía un ángel en este hermoso mundo.

"Oh, ¿te estás preguntando cómo lo sabía?" él le preguntó a Wad, mirando divertido.

Wad tragó con fuerza. Sentía que esos ojos estaban viendo a través de él.

"Es un poco difícil no notar a alguien que parece estar en todos los lugares en donde te encuentras," dijo con un toque de maldad en los ojos, haciendo que Wad tosiera.

Extendió la mano, "Soy Kong ..., o si quieres Kongpob, ¿y tú eres?"

En esa fracción de segundo antes de tocar su mano, cada nervio en el cuerpo y el cerebro de Wad se electrificó. En previsión de estar juntos de una manera que es más que palabras, de una manera totalmente tangible. Wad tomó la mano de Kong en la suya pensando: "Incluso si duele, quiero ser especial."

"Puedes llamarme Wad."



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"El pecado tanto de los hombres como de los Ángeles fue posible por el hecho de que Dios nos dio libre albedrío."

- C.S. Lewis

La Búsqueda de un ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora