La Búsqueda de un Ángel

Capítulo 14: Besándote

Di que soy yo, abre tus labios
Respóndeme
Di que sólo crees en mi
Que sólo me amas a mi

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Un Milenio Atrás

Después de la película, Tutah le preguntó a Arthit si quería ir a buscar una leche rosada en el camino de regreso a los dormitorios. Tutah le levanto una ceja a Arthit que por supuesto captó la indirecta. Era su manera de darle a Kong y Wad un tiempo a solas.

"Nos vemos más tarde muchachos, no hagan nada que yo no haría," dijo Tutah mientras se alejaba poniendo su brazo alrededor del hombro de Arthit.

"Tutah es un buen tipo, él llama las cosas como las ve. Tuviste suerte al encontrar un mejor amigo como él."

"Tú también, a Arthit le importas mucho. Ya me advirtió que si te hago algo malo, se las iba a pagar," dijo Wad, metiendo las manos dentro de sus bolsillos.

Kong miró a Wad después de escuchar esas palabras. "Lo hizo, eh."

Kong se acercó a la mano de Wad, "¿Cómo te sientes acerca de tomarnos de la mano?"

"No soy un fanático ... pero no me opongo si es contigo."

"Bien. Vamos a caminar por ahí."

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Habían llegado al parque universitario. Kong dejó ir de la mano de Wad caminando un poco más adelante de él.

"Esta noche es agradable, es la noche perfecta para contemplar las estrellas. ¿No te parece?"

Wad de repente dijo, "Me gustaría mucho besarte."

Kong se detuvo, miró hacia la noche estrellada y sonrió antes de darse la vuelta.

"No se puede hacer. Creo que besar es algo íntimo y no voy por ahí besando a la gente sólo porque les gusto."

Wad se rió esperando que fuera una broma. Sabía que se estaba arriesgando.

"Lo digo en serio," reafirmo Kong.

"Oh ... entonces tal vez podría invitarte a salir otro día. ¿Qué tal el próximo sábado?"

"Lo siento. Ya tengo una cita para el sábado," dijo Kong con inocencia.

"¿Tu qué?"

"Sí. Estoy ocupado el sábado."

Por supuesto que era un idiota al pensar que no habría ninguna competencia con respecto a Kong. Pero el único otro tipo que había visto a su alrededor fue Arthit. ¿Había alguien más que él?

"Lo siento, no sabía que ya estabas viendo a alguien."

"Si estuviera viendo a alguien, lo cual no estoy. ¿Eso te detendría?" Kong preguntó en voz baja.

Wad respiró profundamente. Miró al suelo, incapaz de mirar a Kong a los ojos.

"No. Probablemente no lo hubiera hecho."

Kong se acercó a él, girando la cabeza para mirar a los ojos de Wad.

"Wad, bésame."

Sin vacilar, ambos se acercaron lentamente.

La boca insistente de Wad estaba separando los labios temblorosos de Kong, enviando temblores salvajes a lo largo de sus nervios. Infligiendo sensaciones que nunca había sabido que era capaz de sentir. Entonces, Kong le devolvió el beso. El beso se profundizo, era más profundo que todas las galaxias en el universo.

El beso aniquiló cada pensamiento, ninguno de los dos queriendo que el beso terminara. Borrachos de endorfinas, su único deseo era tocarse el uno con el otro. Wad movió sus manos sobre la perfecta espalda de Kong. En un instante la suave caricia se fue haciendo cada vez más firme. Wad saboreó los labios de Kong y la aceleración de su respiración que coincidía con la suya.

Un beso como este era un comienzo, una promesa de mucho más por venir.

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"Siento que hay un ángel dentro de mí a quien estoy sorprendiendo constantemente".

- Jean Cocteau