El sonido de un cristal romperse alertó a los allí presentes, ambos maestros se separaron de su abuela y marcharon escaleras arriba, miraron en varias direcciones sin saber hacia dónde ir.
-Yo al despacho, tú la habitación.
Tras la orden de Mako, ambos se separaron, el chico corrió por los pasillos hasta llegar al despacho del señor Sato, al abrirlo de golpe: una silueta negra proporcionada por una túnica sostenía a la mujer en alto con una única mano agarrada al cuello de ella, en la madera del suelo pudo observar pequeñas gotas rojas caer del cuerpo de su amiga más su rostro por no poder respirar. El hombre, alertado por la presencia del maestro el fuego, dejó caer a la mujer y marchó corriendo por la ventana. Mako frunció el ceño, sabía que su brazo le impedía saltar por aquella ventana debido a la altura que había, por lo que se acercó hacia su amiga la cual estaba encorvada en el suelo tratando de recoger todo el aire que le faltaba. Se acercó tratando de levantarla hasta dejarla sentada en el suelo apoyada en él.
-¿Por dónde sangras?
Preguntó él al recordar las manchas del suelo, la mujer se señaló el hombro, era difícil de observar debido al color de su oscura ropa, el hombre se dio el lujo de retirarle la chaqueta dejando ver un jersey de cuello vuelto pegado a su piel, una raja se podía ver en él, la herida no era profunda, lo más seguro debido a la agilidad de la mujer.
-¡¿Qué ha pasado?! -Preguntó Bolin acercándose de inmediato al lugar al ver a su amiga de aquella forma.
-L-los planos de papá... -La mujer trató de levantarse, pero un repentino ardor en su cuerpo le provocó abrazarse a si misma cortando aquella frase a la par que un ligero hilo de sangre salía por su boca.-
-¡Tenemos que llevarla a un hospital!
Tras la orden de Mako, Bolin cargó con su amiga y salió de inmediato del lugar, Mako aprovechó el momento para agarrar las llaves del bolso de ella y rezar porque hubiese venido en su coche, fuera de la mansión, siendo seguidos por la mujer mayor, colocaron a la joven en la parte trasera del auto junto a la abuela de ellos, mientras Bolin conducía y Mako se encargaba de dar órdenes mediante gritos de cómo debía hacerlo o qué calles debía de tomar. La joven no paraba de hiperventilar, la temperatura de su cuerpo cada vez aumentaba más y aquella pequeña herida no dejaba de sangrar.
-¡¿Por qué no cesa?!
El nerviosismo de Bolin comenzaba a hacer que el resto se contagiase por ello. Yin hacía lo posible para dar a la mujer el mayor espacio posible para respirar, unas pequeñas marcas vio que subía por el costado de su cuello dándole un color grisáceo.
-Es veneno. No es la primera vez que veo este, antiguamente lo usaban para matar lentamente a las víctimas, impregnan las armas de él y sufren una muerte lenta y dolorosa, vuestro abuelo hablaba mucho de él.
Por inercia Bolin aceleró, necesitaban llegar lo antes posible al hospital. Asami levantó con lentitud y esfuerzo su zurda señalando la radio del coche con dos dedos.
-K-korra...
Yin se apresuró a sacar un pañuelo para poder limpiar un pequeño hilo de sangre que descendía por la boca de la mujer dando a entender que su situación cada vez era peor de lo esperado.
-Señorita Sato, no te esfuerces.
Mako dirigió la mirada al lugar que señalaba, vio unas pequeñas palancas, creyó entender el movimiento de la chica y presionó la pequeña palanca, una ligera luz roja se vio en el coche sin hacer nada más.
-¿Qué haces? -preguntó Bolin al ver el movimiento de su hermano.-
-Pensé que Asami señalaba eso.
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La historia continúa
AdventureEl hilo de la historia continúa a partir del último cómic de Avatar, tras la celebración del acenso a presidenta de la República de Zhu Li y la derrota de Tokuga. ________________________________________________________________________________ Todos...