Capítulo 2.

78 3 2
                                    

Cuando salimos de la playa, fuimos al coche para dirigirnos a nuestra casa, donde teníamos las maletas, y las demás cosas que nos hacían falta para mudarnos.

Al hacer eso, nos montamos a nuestro ya viejo coche, y nos fuimos a por carreteras lejanas, en las que solo muy poca gente iba por ahí, ya por su mal estado, y, por las tantas curvas que habían, donde se habían producido muchos accidentes.

Mientras conducíamos por dicha carretera, donde lo pasaba ningún otro coche, por el miedo de que les pudiera pasar algo, Caleb, me pregunto que que tal estaba, ya que me ve desanimada, triste y muy pálida mas de lo que soy. Yo por supuesto le dije que nada, que solo me ha decepcionado que mi poca familia no viniera a la boda.

Como aun faltaban unas cuantas horas, decidí dormirme en el coche, hasta que Caleb, se cansará, por que así yo pudiera conducir. No se cuanto tiempo paso, cuando escuche como el coche, gritaba, como diciendo que teníamos que parar, por que algo malo, iba a pasar, cuando desperté de ese sueño o pesadilla, todo seguía igual.

El cielo despegado, pero por las montañas, por el campo, al rumbo donde íbamos, se veía nublado, y con demasiado viento. Como si fuera a llover. De repente el coche hizo unos ruidos damasiado raros para mi gusto. Mi marido, lo escucho y me dijo que no me preocupara, que a este querido amigo (así llama ahora a nuestro coche) Le queda muy poco para que se rompa.

-Caleb ¿seguro que llegaremos con este coche donde queremos ir? Empieza a hacer ya ruidos raros.

-No te preocupes, mujer, falta poco para llegar, ¿ves esa montañas de ahí? ¿las que tenemos en frente? Pues es ahí, donde tenemos la casa, ya recién construida, de hace pocos meses. No te preocupes por el coche.

No contesté, ya que me fió de él. Así que decidí pensar en el futuro, en esa casa, hasta que llegaramos a la dicha casa alejada de todo el mundo.

¿Final feliz? Yo creo que...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora