Pudo haber sido un día cualquiera, pero en realidad fue cuando la pesadilla comenzó.
Pertenecía a una buena familia, aquellas familias adineradas que parecen tenerlo todo, pero más allá de riquezas estaba lo que el dinero no podía comprar, tiempo.
No podía comprar el tiempo de mis padres, y era algo molesto, me jodian sus negocios y la falta de atención hacia sus propios hijos.
Ese día, cansado de todo acto indiferente de mis padres les dije que deseaba más tiempo en familia. Por un momento querían rechazar e ignorar tal demanda de mi parte pero se podía evidenciar que ellos también lo deseaban, aceptaron a mi propuesta con resignación y una pequeña sonrisa.
—Era su deber como padres brooke—interrumpe Jack con cierta pesadez en su tono—lo era, pero no lo asumían, sus negocios siempre estaban de por medio— respondo a Jack con nostalgia en mi tono al recordar.
Pasaríamos por fin un día en familia como mi hermano y yo tanto lo soñábamos, pero lo que se suponía sería un rato agradable se convirtió en una pesadilla.
Eran apenas las 7 de la noche y nos estábamos divirtiendo en familia cuando a mi padre le entro una llamada al parecer de negocios supuse.
—Que sucede querido.— pregunta mi madre—¡por fin Amanda!, el negocio que hemos estado esperando, me acaba de decir mi secretaria que nos esperan en la sala de juntas para cerrar el trato, debemos ir de inmediato—decía mi padre emocionado, no quería dejar el momento inconcluso, no quería que aceptaran dicho negocio y nos dejaran de nuevo.
— ¿se irán? ¡Enserio!.—digo con molestia a mis padres—hija entiende este es un negocio que tu padre y yo llevamos esperando de hace mucho, traerá múltiples beneficios para todos nosotros—dice mi madre en un intento fallido por convencerme.
—no quiero que se vayan, ¡siempre hacen lo mismo! Acaso sus negocios están por encima de nosotros—elevo mi tono gritando a mi madre, lo que no había querido decir—jane, esto es importante y debemos irnos—dice mi padre con seriedad. — ¿Más importante que tus hijos?—sin pensar en lo que he dicho sigo con mis reclamos.
—porque es obvio que todo es importante cuando hay dinero de por medio, y mi hermano y yo somos la segunda opción— ¡jane Smith te ordeno que pares en este instante!—el grito de mi padre me hace enfurecer más.
— ¡por que debería callarme! Por qué digo la verdad, que en realidad no les importa ni un carajo sus hijos o como este esta familia —la cachetada de mi madre me hace tambalear y finalmente caer quedando desconcertada por lo sucedido, y mis ojos se comienzan a cristalizar, nunca antes me había golpeado.
— no permitiré que te dirijas de esa manera hacia nosotros entiendes jovencita—no puedo decirle más a mi madre después de tremenda bofetada que me ha dejado el rostro entumecido.
Se retiran en silencio a resolver su tan anhelado negocio y yo sigo tendida en el suelo llorando en medio de la enorme mansión.
— ¿Estás bien hermana?—Ethan me veía fijamente de manera nostalgia con sus pequeños ojos caramelo—sí, no te preocupes hermanito. Todo está perfectamente—digo mientras me pongo en pie con falso entusiasmo.
—Lo que les dijiste, ¿es cierto?—miro inquieta a mi pequeño hermano ante aquella pregunta— ¿a qué te refieres?—Le devuelvo la pregunta— ¿a mama y a papa no le importamos?, ¿Prefieren sus negocios?.
Mis ojos se empañan otra vez y no puedo evitar llorar ante su pregunta—no lo sé Ethan, no lo sé—aun con el llanto en los ojos subo a mi cuarto para enterrar mi cara en la almohada y sofocar mi llanto.
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THE BROKEN DREAMS
Teen Fiction- tu deberías saber por qué estoy en esta prisión, eres mi guardia y ya debes conocer esa información- respondo molesta - puede que tengas razón, pero ¿Cómo es que una chica de 18 años termina convertida en una de las criminales más peligrosas...