Capítulo 8

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Ding dong

Woojin abrió lentamente sus ojos dándole una nublosa vista de su blanco techo ya iluminado por los rayos del sol que entraban por la ventana, pestañeo un par de veces para aclarar su vista.

¿Acaso alguien llamó a la puerta? Fue lo que pensó.

Ding dong

Otra vez alguien llamó a la puerta aclarando sus dudas. Con un gruñido se dignó a levantarse de su cama, pero antes miró la hora en su despertador que marcaban las ocho de la mañana.

Caminó torpemente hasta el armario para sacar una camiseta ya que solo se encontraba en shorts y no era una buena idea abrir la puerta de tal manera.

Tomó la manilla de la puerta y la giro abriéndola.

El sol golpeó su rostro y cerró los ojos por reacción, cuando pudo abrirlos se llevó una sorpresa.

Seung Min estaba parado frente suyo sosteniendo con su mano derecha una bolsa y con la otra una caja con dos cafés.

—¿Seung Min que haces aquí? —su voz estaba rasposa delatando que recién se había levantado —¿No deberías estar trabajando?

—Quise venir a verte por lo que sucedió ayer... y pensé que sería buena idea tomarme un día de vacaciones para acompañarte, no es fácil pasar por las rabietas de Bang Chan.

Woojin no pudo evitar darle una sonrisa a su amigo, en realidad estaba muy agradecido ya que no quería pasar el resto del día solo, sus ánimos estaban por el piso y la soledad no iba a ayudarlo.

—Además te traje el desayuno —levanto la bolsa y los cafés.

—Ok me convenciste con la comida —bromeo —Vamos entra.








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Cuando Woojin cerró la puerta de su departamento aquella noche a Seung Min se le partió el corazón. Ver a su amigo llorar le dolió.

A pesar de que Woojin entro a su hogar Seung Min aún se encontraba afuera en la fría noche mirando la puerta. Tenía ganas de tocar y pedirle que lo dejara pasar, acompañarlo esa noche.

Seung Min comprendía por lo que estaba pasando Woojin, todos en la revista han sido regañados por Bang Chan y no es algo fácil de llevar, por eso Seung Min quería apoyarlo, pero no tuvo el valor de tocar el timbre.

Lentamente empezó a caminar al paradero de autobuses para dirigirse a su casa, acaricio sus brazos para entrar en calor, a pesar de que la primavera llego aun hacia mucho frio como para estar usando short, camisa manga corta y un chaleco delgado.

Se sentó en el paradero a esperar el autobús, miro sus zapatos y empezó a mover sus pies.

—Odio verlo así —dijo para sí mismo.

Recordar la imagen del rostro de su amigo lleno de lágrimas le dolía a tal punto que él también quería llorar, pero ¿Por qué? ¿Por qué le dolía tanto ver a Woojin de tal manera?

Seung Min se dio cuenta de algo importante esa noche.

Se dio cuenta de que sentía algo por Woojin.

Vogue Life || Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora