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Durante una semana o quizás más tiempo, esto realmente no lo recuerdo con tanta claridad, la percepción del tiempo en mi mente es algo rara, perdón, volviendo al tema...durante una o más semanas no volví a topármelo, no volví a verlo, ni ha escuchar nada sobre nadie que tuviera características como él, lo cual me hizo hasta llegar a dudar sobre si él realmente iba siquiera a la escuela, quizás ese primer día se equivoco o algo así.

Hasta que me lo topé.

Estaba sacando las cosas de mi casillero, el que quedaba junto a uno de los tantos salones de clases de la institución, y por ahí, salió ese lindo chico, con su sonrisa iluminando el maldito día, junto a Taeyong, alguien con quien tenía amigos en común y habíamos entablado platicas de vez en cuando. Iba una clase más arriba, así que pude sacar por conclusión que ese chico que me causaba tanta curiosidad, era a lo menos unos cuantos meses mayor que yo (quizás directamente un año o un poco más).

Ese día también noté más cosas en su figura, muchas cosas, digamos que me quede mirándolo por un largo tiempo ya que él y TaeYong se quedaron a un lado de la puerta conversando de algo respecto a la clase que acababan de tener seguramente, no tomé tanta atención a sus voces sinceramente.

El chico, del cuál aún no sabía su nombre pero seguramente pronto lo sabría, tenía el cabello color castaño, largo para un chico pero dentro de los estándares de belleza,  tenía un lunar bajo una de sus cejas, cejas totalmente peinadas y arregladas, unos labios perfectos, ni tan rellenos ni tan delgados que tenían un color rosa muy claro, su mandíbula bien marcada y definida, la camiseta que llevaba me permitía ver su cuello y el inicio de sus clavículas las cuales se marcaban e hicieron que me derritiera brevemente, luego noté sus manos y sentí como todo mi mundo dió una vuelta, por un segundo pensé que iba a caer desfallecido al piso, sus manos eran algo magestuoso, y la pigmentación blanca de su piel pero al mismo tiempo lo radiante de está solo hacía que el pequeño golpe de calor que me dio fuera más fuerte. 

Tragué saliva cuando el chico notó que mis ojos estaban sobre él, guardé la última cosa y cerré mi casillero, largandome rápidamente del lugar antes de que Taeyong se diera cuenta de mi presencia y me hablara, no quería tener que saludar al chico que le hacía compañía a aquel ser de luz luego de haberme descubierto mirándolo con tanta admiración.

Algo en él me hacía querer mirarlo por horas, como si una pieza de arte se tratara.

Amor Platón-icoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora