Lo perdió todo

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C: entonces estás con alguien –dijo acercándose a la barra para quedar frente a la rubia- creo que el dolor tan grande que has descrito no es cómo lo pintas

M: debería haberme quedado sola acaso ? Llorando toda la vida ? – preguntó retóricamente- eso no es para María Villar –dijo llena de orgullo-

C: quisiera escuchar la historia ya –dijo entregándole otra cerveza mientras le guiñaba un ojo-

M: con esos incentivos puedo contar todo lo que quieras –le dijo sonriente-

C: aprovéchala –le sugirió- será la última, no vaya a ser que luego no puedas contar toda la historia –dijo haciendo un repaso de todas las cervezas que ya había bebido-

M: tranquilo hombre –le guiñó un ojo- te contaré como nos conocimos

C: soy todo oídos –dijo mientras se ponía frente a la rubia del otro lado de la barra ya que la música para ese momento ya no permitía escuchar con total claridad-

M: lo siento –musitó- así empezó todo e irónicamente así también terminó –río casi incrédula- era un fin de semana y cómo siempre me encontraba aquí con unos cuantos amigos riendo, bebiendo, bailando –relataba- esa era mi vida, la fiesta y los amigos –sentenció mientras por su mente corrían miles de imágenes de las tantas veces que estuvo en ese mismo sitio con sus amigos-

C: hasta ahora una vida normal –intentó bromear-

M: hoy perderás esa virginidad –le contó entre risas- con esa simbólica frase entró por esa puerta empujada por sus amigas

C: vaya, ya veo de que va –dijo soltando una pequeña risa-

FLASHBACK

A: a todos nos llega la hora –decía una rubia bajita mientras inspeccionaba el sitio-  

J: hasta te va a gustar –decía mientras se abrían paso por la pista-  

Ma: ahora mismo desearía estar en casa

A: allí –dijo señalando hacia la barra-

Para Marta era un día normal, había ya celebrado la mayoría de edad, por fin podía hacer muchas cosas, pero eso que sus amigos le proponían no estaba en sus planes sin embargo decidió ir.

N: un cubata y cinco cervezas –pidió en la barra-

Ju: pronto cambiará tu cara por una de felicidad

Y la morena tuvo razón, al cabo de dos cubatas Marta estaba distinta, estaba eufórica, estaba feliz, había dejado de ser virgen en ese aspecto.

M: deberías tener más cuidado –refunfuñó cuando su cerveza fue tirada-

Ma: lo siento –le dijo tratando de recomponerse-

M: vas muy mal, mejor no te muevas de ahí –dijo señalando el asiento-

Ma: te pediré otra cerveza –le dijo sonriente-

M: va –aceptó-

Al final de la noche la rubia había bebido de cortesía de Marta varias cervezas.

B: son cinco cubatas y quince cervezas –dijo el cantinero entregando la cuenta-

J: son únicamente diez cervezas –refutó el chico-

B: son quince –repitió- la señorita las ordenó –dijo señalando a Marta que seguía en el mismo asiento en la barra dónde la habían dejado sus amigos-

D: te bebiste eso también ? –preguntó asombrado-  

Ma: no-negó con las manos- lo ha hecho ella –dijo señalando a la rubia que estaba de espaldas inmersa en su grupo de amigos-

A: madre mía –dijo con asombro- le has invitado unas cervezas a una chica ? Una chica ? –repitió enfatizando-

J: se han liado ? –preguntó preocupado- porque si es así tiene que hacerse responsable

FIN FLASHBACK

C: te liaste con ella aquella noche -afirmó-

M: fue más que sólo una noche

C: entonces al final si perdió la virginidad –dijo refiriéndose a la frase que antes había mencionado-

M: pues lamentablemente no sólo eso –dijo con una expresión nula, cómo si no supiera aún que sentir, que pensar-

Miedo <Martía>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora