[01]

1.5K 125 6
                                    

Afuera, el tiempo húmedo provocaba un ambiente demasiado hostil, las nubes grises parecían burlarse de ella, el viento y las gotas de lluvia echaban a perder el mejor día que ella planeaba tener.

Frente a sus ojos, su madre intentaba animarla y hacerla reír, agitaba un pequeño oso de peluche cerca de su cara para animarla y distraer su atención de la ventana, pero simplemente la pequeña niña no parecía tener intenciones de dejar de mirar el oscurecido paisaje a través del cristal.

Pronto la mujer suspiró, y dejó caer el juguete sobre sus piernas. Masajeó sus sienes y tomó una nueva bocanada de aire para idear algo y quitar su desanime.

—Cariño, ¿quieres ver una película? —la pequeña no responde, pero mira sus delgados labios con disgusto, sin querer mirar a la cara a su querida mamá. — Mi amor, por favor, mañana podremos salir a correr al parque, hoy no se podrá...

—Pero mami... Yo quería salir... Mi papi prometió llevarme...

—Lo sé linda, pero hoy...

—¡Mamá! —una delgada pelirroja aparece en la sala, acomodándose a un costado de su madre en el sillón. La menor se gira a mirarla y agitas sus pestañitas mientras sus ojos escocen entre lágrimas. — ¿Qué tiene Katy?

—Tu hermana está triste, prometimos llevarla de paseo... Pero tu padre no ha llegado y tampoco es muy favorable el clima para salir.

—Ya veo... —la hermana más grande formula una sonrisa en sus labios y extiende su mano hacia ella. La castañita la mira en silencio, observando de su mano a su cara, alternando sus húmedos ojos entre ellos. — ¿Quieres que vayamos a jugar al patio?

—P-Pero mami dijo que está lloviendo... Y que puedo mojarme... —eleva despacio sus manos, hasta que su suave dorso toca sus ojos y limpian suavemente los pequeños rastros de lágrimas. Rosé sólo puede mirar con ternura a su hermana menor.

Kateryn es una pequeña niña tímida, obediente e inocente. Su personalidad siempre ha sido tan estable, siempre teniendo en cuenta las decisiones de su madre. Por otro lado, Rosé era la extrovertida aquí, la que siempre buscaba crear el caos en casa y llevando la contraria a su madre. Pero ambas eran buenas, extremadamente buenas. Lo que su madre probablemente no pudo ser.

—Pero yo te cubriré, no vas a mojarte Katy, ¡crearé un techo para ti! ¡Evitaré que te mojes!

Los ojitos cafés de la pequeña castañita se iluminaron, tomaron la mano de su hermana y se echó a correr junto con ella a la puerta trasera. Fuera el clima estaba pesado, la lluvia caía y caía, pero al par de hermanas no pudo importarle menos.

Tal y como lo prometió, Rosé se encargó de usar su poder, desviando la brisa que arrastraba con él la fuerte llovizna. Los vientos se desviaron y Kate tuvo todo el espacio suficiente para correr. No era la primera vez que su hermana lo hacía, y aunque la menor de las hijas no podía comprenderlo, vivía su pequeño mundo de princesas y hadas madrinas que creaban deseos para ella.

—¡Papi también lo hizo! ¡Es genial! —gritaba mientras saltaba sobre los charcos, sus pies cada vez más mojados y sucios. Made, su madre, no iba a estar contenta con eso, mucho menos iba a estar feliz con la pelirroja que probablemente ayudará a que Kate atrape un resfriado. — ¡Mírame Rosy! ¡La lluvia no me toca, la lluvia no me toca! —canturreó, y Rosé sólo pudo sonreír, admirando y siendo feliz con el vivo retrato de su menor disfrutando de su humanidad.

'Hubiera querido ser tan humana como ella, y que gente como su especie la cuidaran sin siquiera preocuparse de los peligros. Ella quería la vida de Kate, ella quiere ser Kate'

REMEMBER ME [+18] EL NACIMIENTO DE UN TITANIUMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora