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Seok Jin los había llevado a la escuela por fin, cada quien dispersándose en sus distintos caminos, no sin antes llevar por la dirección correcta a los menores que recién hoy empezarían su nuevo ciclo escolar. A diferencia de Gliese y Namjoon, que la siguió sin rechistar, Rosé se dedicó a dar instrucciones al par nuevo que hoy se les integraría.

Yoon Gi, el cual permanecía cerca de la pelirroja, no dejó de mostrar su desinterés, alegando que Rosé perdería minutos valiosos de sus clases a causa suya. El pálido siempre ha sido así, egoísta y contemplativo cuando sólo se respecta a Rosé.

—Entonces, ¿me han entendido? Su clase es en este pasillo al fondo. —repitió para recapitular sus instrucciones. — Y si van a mano derecha encontrarán el siguiente pasillo donde se ubican sus dos últimas clases.

—Lo he captado Rosy. —musitó la castaña pensativa, se concentraba únicamente en tratar de memorizar los caminos de sus clases. No obstante, cierto pelinegro estaba atento a los instructivos, puesto que su tarea era siempre estar al pendiente de las lecciones de Kate.

—He entendido también. —respondió simplemente tras notar la mirada preocupada de la hermana más grande de la castaña. — Yo me haré cargo.

—Gracias Jungkook, entonces, es momento de retirarme. —sonrió ampliamente para el par y luego miró al peligris detrás de ella. — Andando Min.

—Se te hizo tarde. —reprocha en cambio, disgustado porque la pelirroja restara importancia a sus propias responsabilidades. No es que odiara a la menor de las hermanas, pero no le parecía agradable el saber que ella tenía que depender de Rosé aun cuando tiene un coloso como guardaespaldas. — Mejor vayamos rápido.

Para Jungkook no se escapó esa irrespetuosa actitud del mayor, pero no dijo nada, sólo le vio marcharse en compañía de Rosé. Cuando ya no estuvieron a la vista, tomó sutilmente la mano de Kate y la guió por los pasillos, llevándose una que otra mirada curiosa de los alumnos de la institución. Para Jungkook no era agradable tener tantos ojos sobre ella, pueden estar sobre él, pero no en Kate.

—Kookie, ¿tú estás en el mismo salón que yo?

—Lo estoy.

—Entonces, ¿te quieres sentar conmigo?

—Lo haré.

—¡Estupendo!

Al llegar al aula de clases, el pelinegro se vio obligado a soltar su mano. No obstante, mantuvo un paso justo detrás de ella, siguiéndola tal cual sus movimientos se ejecutarán. Y al entrar, allí fue donde comenzó el primer desenlace de sus celos.

—Joven Jeon, señorita Seok. Pasen y tomen asientos.

Un par de ojos oscuros, castaños y fijamente puestos en ella. A Jungkook no le gustó mirar eso, realmente no le agradaba para nada el hecho de que un azabache al final de la primera fila le mirara de tal forma.

'Sacaré los ojos de aquél que opte venerar lo que es mío. Destruiré todo a mi paso, amoldaré el mundo sólo para nosotros dos'

La filosa mirada de Jungkook terminó sobre aquel chico, dando cierto efecto en él que hizo desviar su mirada al escalofriante pelinegro puesto detrás de la nueva alumna.

—¿No piensan tomar asiento?

Jungkook no tenía intenciones de accionar al momento, sin embargo, al sentir la cálida mano de la castaña sobre su brazo lo hizo reaccionar y volver a la realidad.

—Kookie, debemos sentarnos.

Para desgracia del pelinegro, no había un pupitre compartido libre de ambos asientos, por lo que tenían que compartir con extraños. Uno de los asientos vacíos estaba cerca de una chica rubia, mientras que el segundo espacio era cerca del azabache imprudente.

REMEMBER ME [+18] EL NACIMIENTO DE UN TITANIUMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora