Capitulo 5

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Machu

—Bueno, tengo un plan. Cada año, Silverio hace una fiesta de bienvenida en la piscina. Entonces....ya que todos van a estar ahí, tenemos que decir a los maestros y guardia que están haciendo una fiesta para poder escaparnos.— nos dice Manuela.— No quiero ser soplona pero lo tenemos que hacer.

—Espera....tengo algo mejor. Los guardias nunca hacen caso a nada. Siempre andan viendo fútbol por la tele. Ustedes se pueden ir como si nada.— nos dice Romina.

—Entonces Machu, ¿que opinas?— me pregunta Manuela.

—Me parece genial. Creo que a las 8 está bien.— les digo y escucho a alguien tocando la puerta.— Yo lo abro.— abrí la puerta y era Claudio.— Claudio, ¿que haces aquí?

—Mis padres quieren que te vigile. ¿Te está gustando LIKE?— me pregunta Claudio.

—Güey, solo conozco la gente, no sé nada sobre los profesores. No creo que tengo opinión.— le digo.

—Bueno, ya sabes, si necesitas algo, llámame.— me dice Claudio, ay, es tan lindo.

—Sí, sí, seguro. Te veo luego, Clau.— le digo y cierro la puerta.— Okay, ¿cuantas horas tiene,la para el rescate?

—Tienes como....10 horas. ¿Que vas a hacer?— me pregunta Manuela.

—Pues...tengo que alistar el cuarto para Erick.— les digo, mientras saco el dinero que me dió Javier de mi maleta.

—¿Que? ¿Va a vivir aquí? Machu, ¿estás loca?— me pregunta Romina.

—Sí, sí estoy loca. Mira...solo vamos a comprar ropa para él. Él en mi cama, yo tomo el sofá, y lo vamos a llevar la comida al cuarto, todo bien, nada nos va a descubrir.

—Pero...¿que pasa si Humberto viene para chequear los cuartos?— pregunta Romina.

—Me echo la culpa y me sacan de LIKE junto con mi hermano y vivo en la calle. Pero ojalá no nos descubran hasta que llega el fin de semana y me llevo a Erick con Javier y Rosario.— les digo, cerrando mi maleta. Estaba viendo un peluche de oso que me dió Erick cuando tenía 6. Estaba cumpliendo 13 años y él me lo compró. Cuando era su cumpleaños, le regalé un juguete Power Ranger. Lo extraño. Cuando lágrimas empezaron a salir, Manuela y Romina me abrazaron.— Gracias, chicas.

—Vamos a rescatarlo, Machu, te lo juro.— me dice Manuela.

—Sí, ojalá.— le digo. Pasaron 10 horas y ya son las 8 de la noche. Agarré mi kit para forzar las cerraduras y vamos a decir que "tomé prestado" un auto. Arranqué y Manuela y yo estamos en camino a la casa de León Bustamante. En media hora, llegamos.

—No lo puedo creer, está casa es grande.— me dice Manuela.

—Lo sé. Pero cuidado, su casa tiene una alarma, ya sé el código.— en la puerta, había el teclado para apagar todas las alarmas dentro de la casa. Después de eso, forcé la cerradura y entré.

Sr. Bustamante, no creí que ibas a regresar tan pronto— reconozco es voz. Vino desde la cocina. Entré y vi Erick lavando los trastes. Erick levantó la cabeza.— No puede ser, espera, ¿estoy soñando?— y Erick cerró los ojos y los abrió otra vez.— No es un sueño, de verdad eres tú, Machu.

— No es un sueño, de verdad eres tú, Machu

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—Erick, te extraño mucho, caray. Oye, ¿tienes ropa?— le pregunto.

—La mía tiene hoyos. ¿Quién es ella?— me pregunta Erick.

—Es mi amiga. Mira, ya compré ropa nueva y te compré un teléfono. Va a ser pagado por la familia Meyer.— le digo.

—¿Quienes son ellos?

—La familia que me llevaron, son buena onda. Ahora vámonos, tengo que regresar un auto que Tomé prestado de LIKE.— le digo y tomó su mano para ponerlo en el asiento de atrás y conducir hasta la escuela. Estaba haciendo algo cuando cayó una foto. ¡Chinga su madre! Este carro es de Emilia, genial, otra razón tiene la barbie para odiarme. Salimos del auto, lo cerré, y entramos a mi cuarto por la ventana y allí estaba Romina en el sofá.

—Que bueno que llagaron, me tenían preocupada. Hola Erick, soy Romina.— dice Romina. Erick toma su mano.

—Gracias por traerme aquí.— dice Erick, abrazando a todas.

—Bueno, campeón, te compramos un cepillo de dientes y pijama. Machu va a dormir en el sofá y vas dormir en su cama.— le informa Manuela.

—Claro que no, Machu, ¿podemos compartir cama como cuando éramos pequeños?— me pregunta Erick.

—Está bien, peque. ¿Tienes hambre?— le pregunto.

—Sí, ¿me puedes traer algo? Quiero una torta de jamón y queso.— me dice Erick.

—Está bien, ahorita te lo traigo.— salgo del cuarto para ir por la torta. Allí estaba Lala y cuando iba caminando, un chico vino a mi lado.

—¿Que haces despierta, preciosa?— me pregunta, ay, que naco es.

—¿No ves? Estoy vendiendo tamales.— le digo y voy a la cafetería y pregunta a Lala y me podría hacer una torta. Me lo dió y me fui al cuarto.— Toma Erick.

—Gracias hermana.— me dice Erick y una hora después, nos dormimos juntos. Cuanto lo ha echado de menos.

Mi Chica Mala (CLACHU) CANCELADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora