sweet torture ✡ [hs]

Capítulo extra 2.9

El silencio de la habitación era frustrante, y el tic tac del reloj era una completa tortura.

Mi vida oficialmente se había vuelto una mierda.

No tenía nada, ni dinero, ni lujos, ni empresa, y mucho menos amor.

Merry permanecía conectada a esa fría máquina que producía un sonido que atormentaba mi alma aún más.

No se en que momento lo nuestro se había vuelto tan duro.

En eso un hombre entra por la puerta, alto y de cabello negro.

Me mira con una expresión de desagrado gracias a mi putrida apariencia, mi barba exageradamente larga y mis ojos hinchados.

—¿Como está Merry?
—Pregunta preocupado.

—Ella está bien.
—Contesto serio, preguntándome quien carajos es este hombre.

En eso la madre de Merry entra, acompañada por Nick y mis hijos quienes inmediatamente ponen su mirada en mí.

—Harry...—Dice la madre de Merry, sorprendida.

Entonces Ángela se abalanza a mi y me abrazan, se separa y mira mi rostro.

—¿Por qué lloras papi?—Pregunta la pequeña con inocencia.

Yo miro a Merry.

—¿Cómo está Merry?—Pregunta Nick.

—Ella está bien.

—¿Y los bebés?—Pregunta su madre.

Silenció.

Todos me miran en silenció, con temor a mi respuesta.

—No lo lograron—Dije sin más.

Entonces la madre de Merry suelta en llanto, y el chico de cabello oscuro me mira, ahora puedo ver tristeza reflejada.

En eso un sonido en la máquina de acelera, y todos miramos a Merry, quien empieza a moverse.

—Llamen a un doctor—Grita su madre.

Inmediatamente un hombre canoso, y con una bata blanca se aproxima a la habitación. Al igual que varias enfermeras.

Y empiezan a sacar a todos de la habitación.

Pasan alrededor de 5 minutos cuando todos salen.

—La señorita Brown se encuentra despierta, está bajo anestesia ya que acaba de sufrir la pérdida de los fetos, pueden entrar uno por uno.
—Dice el doctor y se aleja.

Su madre me mira.

—Entra tu Harry, es correcto que tu le des la noticia.
—Dice.

Yo solo asiento y entró a la habitación con todo el dolor de mi alma.

Ahí está ella.

Pálida, y con un aspecto lastimoso.

Posa su atención en mi.

—Harry...—Susurra a lo bajo.

—Hola Merry...

—¿Qué pasó? ¿Dónde están mis bebés? Quiero verlos.
—Dice y sonríe.

—Merry...

—¿Ellos están bien? Por favor dime qué lo están Harry.

—Merry escúchame... Ellos no lo lograron.

—Harry no es cierto...
—Sus ojos comienzan a llenarse de lágrimas.
Al igual que los míos.

—¡Dime que no es cierto!
—Grita, y comienza a perder el control, el sonido de la máquina comienza a acelerarse como loco, y un médico entra.

—¡No me toqué!
—Grita ella.

—Debemos tranquilizarla.
—Grita el médico.

—Yo lo haré, salga.

Me acerco a Merry y la tomo por los brazos.

—Merry debes calmarte.

—No puedo...—Llora mientras sujeta su cabeza.

—Amor por favor, no quiero que te pase nada...

Entonces ella comienza a respirar una y otra vez, encontrando calmarse.

—Harry, nuestros bebés...
—Me mira con lágrimas en los ojos. Y algo arde en mi pecho, el sólo hecho de verla destrozada de esta manera me mata.

—Estarás bien bonita, tranquila...
—La envolví en mis brazos.

—¿Harry, podrías acostarte a mi lado?—Dijo.

Me acurruqué junto a ella en la estrecha cama del hospital.

—Te quiero Harry.
—Me abrazó.

—Y yo ati bonita.

—Promete que siempre estarás a mi lado, no importa como sea.

—Lo prometo Merry.

Estuve alrededor de una hora junto a ella, logrando tranquilizarla.

—¿Harry?—Me miró.

—Dime.

—¿Tu creés que alguno día pueda ser feliz?

—Una chica tan hermosa como tú merece ser feliz, y se que sí algún día llegará alguien que no sea un idiota como yo.

—Cometiste errores Harry, ambos lo hicimos, pero no tiene caso seguir peleando por cosas de él pasado, ahora más que nunca debemos estar unidos.

—Merry, jamás te pedí perdón por ser un idiota.

—No es necesario ya, Harry.

—Perdóname bonita...

—Te perdono Harry.

Ella se acercó y enredo su brazo en mi, yo bese cuidadosamente su frente. Ella cerro sus ojos.

—Te amo...