Capítulo 21

12 2 0
                                    

Conocí a Karina cuando teníamos 8 años, yo era nueva en ese colegio, fue la primera niña en hablarme y desde ese día nos convertimos en mejores amigas.

Karina era bastante tímida, no hablaba con muchas personas, bastante callada, hasta que aparecí yo y le contagié todas mis actitudes, bueno no todas.

[...]

A esas edad, ambas obtuvimos nuestro primer celular, que para esos tiempos era de teclas, no existía el táctil ni nada parecido, y nos envíabamos mensajes de texto, nos gastabamos todo el saldo en mensajes, hablabamos muchas tonterías, es uno de mis mejores recuerdos junto a ella.

Luego fuimos avanzando, o más bien la tecnología nos pedía avanzar y fue cuando nos creamos nuestro primer Facebook, creo que queda más que explicito que nos mensajeabamos puras payasadas, eramos tal para cual.

Ella es mi mitad de señal y yo la suya.
Nuestros gustos, no eran nada parecidos, creo que con el tiempo nos aconstumbramos una a la otra que nos comenzó a gustar algunos de los gustos de la otra.

[...]

Con Karina tengo millones de historias, pero creo que una que sin duda nunca olvidaré fue cuando acampamos fuera de su casa, ella tenía una tienda de acampar, la armamos y decidimos dormir en ella, fue increíble.

[...]

Nuestros compañeros de clase la consideran una persona tranquila y que no se come ni una mosca, pero conmigo ella es completamente diferente, puede llegar a ser la persona más intensa del mundo, puede hablar tonterías tras tonterías por horas, y puede meter a uno en problemas.

[...]

Entre mis recuerdos más graciosos e intensos con Karina, puede ser cuando un chico me escribió por el direct de instagram, Emmanuel le contestaba todos los mensajes.

A Karina se le ocurre la maravillosa idea de crear un grupo de whatsapp en donde estuvieramos Emmanuel, el chico, ella y yo.

Nos cambiamos los nombres, y Emmanuel iba a simular ser yo, el chico le hablaba por privado a Emmanuel, él pensaba que estaba hablando conmigo(con una chica), y también mensajeaba en el grupo con nosotras.

José(así se llamaba el chico), era bastante raro, tenía un mono de mascota(que consideramos lindo), pero luego comenzó a contarnos historias bastante extrañas, incluso nos invitó a salir, bueno enrealidad mencionó el hecho de que podía ir a buscarnos a nuestras casas.

Karina y yo nos pusimos un poco nerviosas, por la manera de comunicarse del chico, asi que le comentamos a Emmanuel que ya era hora de parar.
Le confesamos toda la verdad al muchacho(sin mecionar nuestros nombres reales) y él se molestó demasiado dijó algo relacionado a que lo habíamos utilizado de payaso y finalmente se salió del grupo, lo bloqueamos de todos los medios de comunicación, la palabra miedo quedaba corta para lo que él nos había trasmitido.

CocoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora