So bad;; yoonam

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Lamió sus labios con gusto, estaba deseando comerse aquel pastel, se veía delicioso, y no era para menos, le había costado encontrar la tienda dónde los vendían y además, cuando al final pudo encontrarla, se dio cuenta de que aquellos apetecibles ...

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Lamió sus labios con gusto, estaba deseando comerse aquel pastel, se veía delicioso, y no era para menos, le había costado encontrar la tienda dónde los vendían y además, cuando al final pudo encontrarla, se dio cuenta de que aquellos apetecibles pasteles tenían unos precios por las nubes, pero, todo el mundo decía que estaban deliciosos, así que Namjoon pensó que no le pasaría nada malo por probarlo, y, oh, no estaba equivocado.

Una vez se sentó solo en una de aquellas mesas de cristal con toques de metal, se sintió como si él estuviera en alguna de esas recónditas calles de París, y no en el centro de Seúl, aquella pastelería había sabido encontrar la manera de decorar su tienda. Por esa razón, cuando un bajo chico se le acercó a Namjoon, este se extrañó, él pensaba que en aquel sitio solamente trabajarían personas francesas. El pequeño pero con gran carácter pelinegro le entregó una carta dónde salían los pasteles, bebidas y distintos dulces con sus respectivos precios, aunque pensándolo bien, aquella carta era innecesaria, ya que él pelimorado ya sabía lo que deseeaba desde mucho antes de entrar a aquella pequeña París.

-Quiero esto -Dijo señalando con su dedo índice el añorado pastel.

-Enseguida se lo traigo -Dijo Yoongi, que era la persona que le estaba tomando nota de su pedido.

-Gracias -Sonrió el menor mientras le devolvía la carta a un muy centrado en sus hoyuelos Yoongi.

(A few moments later);;

Con el plato de aquel delicioso pastel ya en la mesa, Namjoon se relamió los labios por décima vez en lo que llevaba de tarde. Seguidamente, alzó el tenedor que portaba en su mano y se dispuso a cortar el caro postre, una vez hecho esto, de aquel pequeño pero extremadamente dulce pastel, salió un líquido que parecía tan apetecible, que Namjoon no se contuvo más y mordió el trozo que anteriormente había cogido con el tenedor. Al llevarse a la boca aquel pastel, Namjoon puso una cara de gran satisfacción, mucha gente diría que de excitación, pero realmente el adorable Nam estaba muy alejado de eso, él, en ese preciso instante estaba disfrutando de su preciado plato.

La calma de Namjoon acabó cuando ya llevaba ingerida la mitad del dulce, y esque fue en ese momento en el que sintió una fuerte mirada sobre su persona, y, sus sospechas de ser vigilado se confirmaron cuándo, al levantar la vista, pudo divisar al pelinegro que le había atentido anteriormente casi devorarle con la mirada, y esque, sí, Min Yoongi, estaba admirando como ese pequeño tenedor era devorado con ansias por los grandes y carnosos labios de Namjoon, el cuál se encontraba muy avergonzado de esa situación. Yoongi, cuándo se dio cuenta de que fue visto, apartó rápidamente la mirada, intentando fingir que estaba limpiando la barra. Namjoon, más rojo que un tomate, se comió tan rápido lo que quedaba del dulce, que casi se atragantó, pero, después de toser un poco, pudo levantarse, y, antes de cruzar la puerta que le llevaba a la calle, decir:

-He dejado el dinero del pastel en la mesa -y poco después, desaparecer por las frías calles de Seúl.

Yoongi, avergonzado por la incómoda situación anterior, se acercó a la mesa para recoger el dinero que había dejado el contrario, pero, para su sorpresa, al lado del susodicho dinero reposaba una pequeña nota que contenía un número, al parecer de teléfono, un nombre y una frase. Esta decía:
"A mi también me gustaría poder observarte en una cita, ¿que me dices?".

A Yoongi nunca le había hecho tan feliz un día de trabajo.

(The end);;

Monnie

Namjoon bottom 'shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora