Gasoline [Karmagisafem] [Reescribiendo]

1

~Estas voces no me dejaran en paz. Bueno, mi corazón es oro y mis manos son frías.

-Tonto mundo-susurro una joven de hebras celeste como el cielo mientras apagaba el televisor. Llevaba puesto un vestido y encima de este traía una capa, con la cual ocultaba su rostro junto con un cubre boca.

Aquella joven se encontraba caminando hacia su cochera, mientras un hombre le habría la puerta para que entre, la joven entro a aquel lujoso auto, el cual era una limosina.

-¿A donde señorita?-pregunto el hombre.
-Al instituto kunugigaoka-dijo cortante y fría la chica, ya que su madre odiaba que su hija se juntara con los de la "Clase baja", ya que según ella eran solo simples personas que tienen que servir a los de "clase alta" y no faltar les el respeto.
-claro-finalizo el hombre.

La joven estaba perdida en sus pensamientos, ya que había convencido a su madre de vivir sola en un departamento, bueno ese no es el término que usaría ya que su madre se reuso a un departamento y ahora vive en una mansión ella sola, también le permitió ir al instituto, pero con la condición que seguiría con su carrera de cantante y haría lo que su madre le ordenara. Hoy iba ir a ver lo de los tramites de matrícula al instituto.

-Señorita, ya llegamos-habiso el hombre.
-Gracias-dijo mientras bajaba del auto.

Todos los alumnos se la quedaban viendo mientras ella caminaba hacia la dirección. Al llegar toco la puerta y escucho un "adelante" para que pasara.

-Buenos días, señorita shiota-dijo un hombre alto y flaco, de hebras anaranjadas mientras la saludaba.
-Bueno días señor-dijo ella educadamente haciendo una reverencia.
-El examen de admicion que dio, tubo la nota mas perfecta, su salón sera el 3-A y empezara sus clases mañana-.
-Disculpe señor-hablo-no quiero estar en la clase 3-A, como vera soy una cantante famosa además de que vengo de una familia adinerada pero, nadie acá sabe sobre quien soy y quiero que se mantenga hací, por eso quiero que me trasladen a la peor clase, para hací pasar desapercibida como una estudiante de instituto normal-explico.
-Descuide, entiendo a que se refiere-dijo el hombre mientras le daba unos papeles-se le transferirá a la clase 3-E, ¿le parece?-.
-La clase de fracasados de todo el instituto-penso-me parece bien-por fin hablo.
-Su salón es en la sima de la montaña, mañana mismo empieza, presente estos papeles a la secretaria para que le de su uniforme y útiles-filalizo el hombre.
-claro-dijo mientras salia.

[...]

Una pequeña niña se encontraba llorando en su cuarto, sus ropas estaban rasgadas, su cabello estaba desordenado, y tenia rasguños por todo el cuerpo y de ellos salían sangre. Una mucama encontró a la niña, y la llevó al hospital, denuncio a su madre, que era la dueña de la casa en la que trabajaba, la mujer salio de aquella corte, pues le levantaron los cargos de denuncia. Fue a ver a su hija en el hospital y la encontró descansando en una camilla con unas maquinas a su costado, le entro la locura, agarro la mascarilla y la saco lentamente de la cara de la pequeña.

Los doctores entraron a ver que estaba pasando, pues escucharon un grito y se encontraron con la mujer asficciando a la niña con una almohada, los doctores la separaron de la pequeña que ya estaba morada, pues no podía respirar, los doctores llevaron a la mujer a un psiquiátrico, estuvo hay durante un año, hasta que la dejaron salir, desde que a su madre la habían en serrado, ella vivió en paz, pero un día la mujer volvió y se desquito con ella enserrandola en el sótano, para que aprendiera la lección.

[...]

La chica se encontraba yendo hacia la secretaria, como el director le había dicho. Todos seguían viéndola, como tratando de ver su rostro y identificar quien era.

-Disculpe señorita -hablo la peliazul dándole los papeles a la secretaria-el señor director dijo que presentara esto acá para que me den el uniforme y los libros-hablo.
-Claro, pase-dijo mientras entraban a un bodega-aca están los uniformes-dijo dándole las prendas.
-Disculpe un rato, llamare a mi chofer para que lo carge-dijo mientras tomaba su celular y marcaba el número-Señor han, ¿podría venir a ayudarme a cargar los útiles?-pregunto.
-claro señorita-y hay finalizo la conversación.

[...]

Se encontraba en el auto, viendo las grandes rejas de aquella mansión mientras el auto entraba.

-Por lo menos acá estoy segura-susurro para ella misma.

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Hola, acá les traigo un nuevo capitulo, :v dejen estrellita si les gusto ;v