|Extra 2|

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Narra Sam:

-¡Gabriella! –grité.

Entonces, salí corriendo y me arrodille justo a lado de su cuerpo; la sostuve y pegue mi oído en su pecho.

Donde un muy débil palpitar me dio una pizca de esperanza, de forma rápida busque con la mirada a Sahara quien ya una vez la había revivido, al cruzar la mirada con ella, entendió y se acercó.

-Espero poder hacer algo –suspiro y puso sus manos en el pecho de Gabi –Resiste-

Un extraño resplandor azul salió de las manos de Sahara y yo solo le estaba pidiendo a mis ancestros que no me arrebataran a lo único bueno que tengo.

Entonces Gabriella comenzó a desvanecerse.. ¿Qué rayos?.

*Sam*

Escuche la voz de mi chica y voltee a todos lados.

*Sam *

Mire nuevamente a los lados donde todo lo que había visto anteriormente con tanta claridad comenzó a ponerse borroso.

-¿Qué demonios?-

*Sam, aquí estoy*

Mire una luz blanca y tras ella apareció una figura, que reconocí al instante.. era Gabriella, mi Gabriella.

Camino hasta mi, y se arrodillo a mi lado, posó su mano en mi mejilla y sentí nuevamente esa calidez que tanto extrañaba.

-Gabriella, mi amor –hable con voz quebrada.

*Sam, mi adorado lobo* la mire sonreí .

-Creí que no volvería a verte, te necesito.. te necesitamos –puse ambas manos en sus mejillas.

*Lamento tanto que haya terminado así..* me miró triste *Pero, yo siempre voy a estar con ustedes, tanto contigo.. como con nuestra hija*

-Tienes que regresar, mi amor –supliqué –D-debe de haber alguna forma oh.. algo para que regres..-

*Sam* la miré *Mi amor, no hay forma de que regrese.. y tampoco hay forma de que me vaya*

-¿A que te refieres?-

*Mi alma esta encadenada a ti, y ahora también lo está a Renata* sonrió y antes de levantarse beso la comisura de mis labios *Es hora de que te vayas*

-No,no por favor –me levante –Quiero estar aquí, contigo-

*Renata te necesita, además.. yo te voy a esperar*

Sentí una ligera punzada en la cabeza y todo comenzó a ponerse mas borroso.

-¡No,no,no Gabriella!-

*Adiós, lobito.. recuerda, nunca estarán solos*

Fue lo último que escuche antes de que todo se pusiera en blanco; entonces desperté agitado y sudando ¿Qué acaba de pasar?.

Me recargue en la cabecera de la cama, en ese momento la puerta de mi cuarto se abrió y mire como mi pequeña se asomaba por la puerta.

-¿Puedo pasar, papi? –pregunto.

-Claro, entra –sonreí.

Entro riendo y se subió a la cama, recostándose a lado mío.

-Papi, ¿Cómo era mami? –me miró.

Aquella pregunta me desconcertó un poco, pero.. no le di mucha importancia, debe de ser curiosidad infantil.

-Era muy hermosa, tenía unos hermosos ojos azules, el cabello corto y castaño.. de hecho te pareces mucho a ella –contesté, se paro en la cama y me miró –¿Qué pasa?-

-Papi, mi amiga también tiene los ojos azules y el pelo castaño y corto –miro a una esquina y luego me miro a mi –¿Cómo se llamaba mi mamá?-

-Gabriella –comenté, entonces volvió a mirar a una esquina y comenzó a murmurar –Renata ¿Pasa algo?-

-¿Por qué me lo escondiste? –preguntó a la nada y sus ojitos se pusieron llorosos –P-pero tu-

Una brisa helada paso por el cuarto y entonces recordé mi sueño, de inmediato todo cuadro y tome a mi hija en brazos.

-Renata, ¿Cómo se llama tu amiga? –pregunté tratando de verme calmado.

Mi pequeña hija sonrió mientras limpiaba unas cuantas lágrimas con la palma de su manita.

-Gabriella –respondió –Es mi mamí-

Wolf  [Sam Uley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora