Wolf [Sam Uley]

La sanguijuela

Narra Sam:

Era el tercer día que no sabía absolutamente nada de mi impronta, lo cual me trae algo alterado pero.. por muy raro que suene no logro encontrar su aroma.

Es como si algo lo bloquease, Leah me ha dicho que la ha visto salir antes de las 5 am y regresar después de las 2 am... ¿Qué demonios esta pasando?

El sonido de unas maletas arrastrándose me sacaron de mis pensamientos y voltee hacía las escaleras donde me encontré con Emily quien venía con cara de pocos amigos.

-Realmente no puedo creer que esto sea el fin de todo –suspiró triste.

-Lo siento, pero ambos sabíamos que esto podía llegar a pasar.. te lo explique desde el inicio y aceptaste –conteste lo mas tranquilamente que pude.

-P-pero no tiene porque terminar, Sam –se acercó –Puedes ser solo un amigo, oh.. no se, no tienes porque ser su pareja afuer..-

-Basta, Emily.. vete –señale la puerta, realmente me estaba incomodando –No quiero una discusión inservible-

[...]

-(Sam, creo que puedes aprovechar este momento para ir a hablar con Gabi) –hablo Seth –(Está en la Push junto a otras personas)-

-(¿Está en la playa?) –no espere respuesta pues salí corriendo hacía allá.

Al llegar casi al borde del bosque donde la playa y este conectaban me quede tras los árboles al sentir el olor a.. chupasangre.

Ese olor salía de un chico castaño que estaba entre mi impronta y otra chica, inmediatamente mi lobo entro en alerta, tenemos que proteger a Gabi.

Salí de detrás del árbol acercandome a paso apresurado hacía donde estaba mi impronta, la cual creo que me sintió porque volteo.. al igual que los demás.

Al llegar a su lado la tome del brazo y la jale, debo de sacarla de este lugar.. lejos de esta sanguijuela.

-¡Oye, sueltame! –protestó mi chica mientras se soltaba –No me toques-

Un gruñido se formo en mi pecho cuando aquella sanguijuela la tomo del hombro.. no la toques, es mía.

-¿Quién es este? –pregunto el chupasangre mientras me miraba con desagrado.

-El.. es un chico de la tribu que se encarga de cuidar la playa y la reserva –contestó mientras me miraba.

-¿Y porque te habla como si fueras de su propiedad? –pregunto riendo una chica pelirroja.

Porque en efecto, ella es MIA y solo MIA.

-¡Callate Dan! –alzó la voz Gabriella.

-No tenemos tiempo para tonterías –replicó un tipo moreno –Tenemos cosas que hacer-

Realmente mi coraje crecía mas cada vez que ese imbécil tocaba a mi chica y pareciera que lo hace de aldrede, porque me mira y se ríe.. ¡maldito!.

-No.. la toques –gruñí por lo bajo.

-¿Y que si me da la gana de tocarla? –sonrió de forma burlona.

-Te voy a quitar esa estúpida sonrisa de imbécil que te cargas –apreté las manos, haciendo que mis nudillos se pusieran blancos.

-Oigan, basta –trato de separarnos Gabi, la cual toco mi pecho haciendo que mi ira se apaciguara un poco –Román tenemos cosas que hacer-

-No será la última vez que te topes conmigo... perro –escupió con notorio odio hacía mi, suficiente ESTE SE MUERE.

Pero segundos antes de que me lanzara a arrancarle la cabeza.. sentí un terrible mareo y lo último que recuerdo haber visto fueron los ojos de Gabi los cuales brillaban ligeramente.