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Joel

Quiero recordar el lugar donde reía contigo, más no el momento cuando te hice llorar.

*

Ni bien llegamos al hotel, subimos a la habitación que compartimos, como siempre.

A petición de Erick comenzamos a ordenar la ropa en el armario. Lo siento un poco distante a mí, y me frustra no saber el motivo por el cual no ha vuelto a besarme. Ni siquiera se dio cuenta de que ya no hay más ropa por acomodar, sigue sumido en sus pensamientos.

Después de su pequeña ensoñación, se acerca a la ventana para observar el exterior, pero la tristeza se puede percibir en su mirada y el silencio que hay.

Sin hacer mucho ruido, me acerco a él y lo abrazo por detrás, dejando un beso en su mejilla derecha y hombro del mismo lado. Siento sus pequeñas manitas sobre las mías y sonrío, pero él no, más bien comienzan a deslizarse un sinfín de lagrimas por su bello rostro.

—¿Qué sucede, bebé? —susurro sin separarme.

Intento aflojar mi agarre para poder girarlo y limpiar sus lágrimas, pero no me lo permite. Se aferra al abrazo como si tuviese miedo a caer.

Me duele mucho verlo así.

Después de varios minutos, que parecieron una eternidad, decide hablar, aunque quedo confundido.

—¿Me amas? —asiento, y por lo bajo respondo un pero al parecer no fue suficiente—. ¿Realmente me amas?

—Claro que sí, bebé, te amo. Te amo con todo mi corazón, sé que no soy perfecto, soy un idiota muchas veces, y aunque tú tengas todo el derecho en dejarme, no lo haces. Amo cada momento que paso contigo, sea bueno o malo, las pequeñas discusiones, las risas. Amo ver tu rostro sonrojado cada vez que te doy un beso frente a las fans, amo tus expresiones cuando te hago el amor contigo. Y hay muchas más cosas que amo de ti.

No entiendo el por qué de su pregunta, mi niño de ojos verdes siempre ha sabido que lo amo a pesar de los problemas que tuvimos en un principio.

—Yo... también te amo, Joel —sonrío ante su confesión y hundo mi rostro en su cuello, me dedico a dejar muchos besos, sobre todo en su lunar, esa manchita que me vuelve loco.

Puedo escuchar leves suspiros y uno que otro gemido, así que aprovecho para voltearlo. Dejo mis manos en su cintura y él pasa sus brazos por mis hombros. Nuestra mirada basta un segundo para saber lo que ambos queremos; entregarnos una vez más al otro.

Lo acerco lo más que puedo a mí y lo beso, sin perder el tiempo caminamos en dirección a la cama. Todo iba bien, mi pequeño yace en el edredón azul conmigo encima. Al separarme vuelvo a visualizar su rostro mojado. Aunque tengo muchas ganas de estar con él, prefiero dejarlo de lado, lo que le esté sucediendo me tiene muy preocupado.

Me siento al borde de la cama y lo animo a sentarse en mi regazo, pero me rechaza. Se niega. Por el contrario, se pone de pie y se abraza a sí mismo.

—Amor, ven —estiro mi brazo, pero sigue ignorándome.

Deja de dar vueltas, y se pone enfrente de mí, pero a una distancia que me mataba.

Quiero abrazarlo.

—Siempre nos decimos la verdad —asiento con duda—, así que quiero que seas muy sincero conmigo, Joel.

—Nunca te he mentido en nada —ríe sarcásticamente.

—Sí, claro.

—Erick, sabes que siempre he sido muy transparente contigo, y más desde que somos novios, hace tres años.

—Por favor, para, ya deja de mentir —habla con la voz entrecortada y su rostro bañado en gotas saladas.

—Estoy diciendo la verdad, bebé —me acerco a él, pero se aleja más.

—¡No! ¡Tú me engañaste! —grita fuera de sí, y abrazándose a sí mismo sigue susurrando—. Me engañaste.

Trato de recordar algún momento que se me haya pasado por alto, pero no se me viene nada a la mente.

***

Bebés, como les prometí por Instagram, hoy termino la novela. Solamente falta el POV de Erick (que es el final, perdón por recién decirlo) y luego el epílogo, dudo mucho realizar algún extra pero si lo hay lo avisaré por Instagram (joerick041115).

Perdón por la tardanza, pero estuve super recargada con las labores del hogar, pero no me olvido de ustedes.

Besos♥

(:3)

No me dejes ||JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora