Abogado → Luwoo

02: Conversación

La habitación se cernía gélida y fría. Sobre la cama de sábanas blancas se encontraba durmiendo Jungwoo, dormía plácidamente y muy profundo, parecía un ángel. Desde la ventana Lucas lo observaba, tal como había dicho, al día siguiente regresó.
—¿Cómo le fue con el psicólogo? —preguntó por lo bajo.
—Mal. El doctor se acercó a la puerta e intentó hablar con él, pero se asustó y se encerró en el baño. Cuando desistió y se marchó el señor, salió del baño y se lo veía muy cansado, se acostó y quedó dormido, hace dos horas que está durmiendo. —respondió la señora Kim.
—Tengo información que ayudará mucho en el caso —susurró Lucas.
—Vamos abajo —instruyó la contraria.— y llámeme Fran —Lucas asintió. Así volvieron a la sala de estar. La mujer lo miró expectante, esperando que hablara.
—Mi secretaria logró tener la cinta de la cámara de seguridad de los pasillos del hotel. Se puede ver como un hombre lleva a la fuerza a Jungwoo e ingresan a una habitación. Aunque el rostro del hombre no se puede ver, pero si el número del cuarto, según los registros esa era la habitación que ocupaba Lee Shiwon. También tenemos dos testigos, primero un guardia, que al escuchar gritos fue a ver que sucedía en la habitación, a lo que Shiwon le respondió que trataría de ser menos ruidoso con su pareja. El guardia pareció satisfecho con la explicación y se marchó. También tenemos como testigo al joven escritor Dash, quien fue al baño con Jungwoo, ya que él no sabía como llegar a los baños. Entonces le pidió ayuda a Jungwoo, estuvieron hablando y después su hijo le dijo que lo esperaba en el pasillo. Cuando salió no vio a Jungwoo, lo buscó en la reunión y no lo encontró. Supuso que se tuvo que marchar por alguna urgencia. El joven Dash cuando se enteró de lo que le sucedió a Jungwoo aseguró colaborar en el caso. Tenemos el caso casi ganado, pero al parecer están tratando de interferir en los registros del hotel y borrar que Lee Shiwon se hospedó en el hotel, aún así el guardia lo vio. No pueden hacer absolutamente nada. —inquirió Lucas con un tono enérgico. Se alegraba al saber que todo acabaría rápido y Jungwoo sufriría menos.
—No sabes lo feliz que me hace escuchar eso. Ese maldito pagará lo que hizo. Pero hay algo que no encaja, ¿por qué haría todo tan obvio? —replicó Fran pensativa.
—Su hijo le había dicho que logró escapar. Seguramente pensaba asesinarlo, después no pudo hacerlo puesto que usted lo expuso públicamente. —contestó Lucas, quien aún tenía algunas dudas, no obstante, en el estado de Jungwoo no podría decirle nada sobre lo que pasó esa noche.
—¿Ya hablaron algo sobre el juicio? —cuestionó Fran.
—Estoy presionando para que se lleve a cabo. Aunque tendrá que esperar, primero hay que tratar con Jungwoo y convencerle que no le sucederá nada fuera de la habitación. Yo me encargaré de eso. También tenemos a favor por un lado a los medios de comunicación, que hacen al caso público y ya no están apoyando a Shiwon, bueno el canal en el que trabaja lo apoya y dice solamente aporías para cubrirlo, pero otros canales están presentando la evidencia. —replicó.
—Le agradezco desde lo más profundo. No sé que hubiéramos echo sin usted —dijo la mujer con sus ojos húmedos y abrazó a Lucas. Quien se sorprendió por la acción de la señora Kim. Pero correspondió al abrazo.
—Sólo hago mi trabajo —murmuró Lucas. Se escuchó un ruido desde arriba.
—Creo que ya despertó —inquirió Fran separándose.
—¿Puedo subir a verlo? —preguntó el muchacho mirando las escaleras.
—Claro que si. Cualquier cosa estaré en el cuarto de lavar ropa —dijo antes de irse por uno de los tantos pasillos de la casa. Lucas sin perder más el tiempo subió las escaleras, una vez estuvo enfrente de la ventana se quedó vislumbrando a Jungwoo, este último se encontraba sentado en el suelo, sostenía un violín, vaciló unos minutos y se dispuso a tocar el instrumento. El silencio de la casa fue acompañado por una armoniosa melodía. Lucas quedó hipnotizado, se deleitó con la dulce melodía por alrededor de una hora. Cuando Jungwoo acabó de tocar notó una mirada sobre él, ladeó su cabeza y se topó con los ojos de Lucas. Sus pálidas mejillas se tornaron de un color rosado, el chino no se percató de ello debido a la distancia que estaban.
—Tu madre no me dijo que tocaras tan bien el violín. Simplemente me encantó —inquirió Lucas sonriendo levemente.
—Gracias —contestó por lo bajo Jungwoo. El contrario se sorprendió, no esperaba que le respondiera, se sorprendió aún más cuando Jungwoo se aproximó a la puerta, era de señal de que quería hablar. Lucas también se acercó, ambos se apoyaron el la puerta de madera, que era lo único que los separaba.
—Hableme de usted, por favor —pidió Jungwoo con su tono de voz muy suave y dulce. Le tomó por sorpresa una vez más, ¿por qué estaría interesado en mi persona? Tal vez quiera asegurarse de que no sea alguien malo.
—No tengo muchas cosas interesantes para hablar de mí. Soy dos años mayor que tú, soy de aquí China. Soy abogado, en mi tiempo libre me gusta tomar fotografías y leer. Tengo una hermosa gata que rescaté de la calle, mira —habló y por debajo de la puerta pasó una pequeña fotografía. Él sabía que a Jungwoo le gustaban los gatos, en la sala había visualizado unas fotografías donde salía de pequeño y junto a él varios gatos, también había una foto reciente donde salía con un sólo gato.
—Es preciosa, ¿cómo se llama? —preguntó animado.
—Anni. Es muy cariñosa. —contestó.
—Yo solía tener una, pero falleció hace una semana —comentó empleando un tono de voz más bajo.
—Lo lamento. Pero seguro que puedes adoptar otro gato —sugirió Lucas. No recibió respuestas. Pensó en qué decirle y habló nuevamente, con un tono demasiado suave y sincero:— deberías comer más, puedes enfermarte y creeme que no te agradará terminar en un hospital
—Me trae una crema cicatrizante, por favor —pidió Jungwoo en un murmullo. Lucas se separó de la puerta.
—Espera unos minutos —respondió. Jungwoo se cuestionó si hacia bien en confiar en Lucas. Hay algo en él que llama mi atención y me asegura que no es capaz de hacerme daño. Pensó el delicado muchacho.