El gato negro

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Ese día al salir de la habitación me encontraron un gato negro, era extraño me sentí de tal manera identificada con su pelaje que al instante lo recogí y acobije entre mis brazos.

Al día siguiente al despertar de la siesta aquel gato se encontraba sobre mis pies, decidí no levantarme ya que se veía muy cómodo hecho volita, parecía frágil y al mismo tiempo tan fuerte.

De esta manera los días trascurrieron, al cabo de tres meses ya dormía al lado mío.

Un día desperté y me encontraba rodeada por un cuerpo un poco más grande que el mío, pero cálido al mismo tiempo, me di cuenta al poco tiempo después que aquel cuerpo era el mío.

Los días pasaron hasta que yo llegue a ser más grande que ella; estaba acortada hecha una bola sin siquiera imaginar lo que iba a pasar, ella llego sin previo aviso con personas extrañas, nunca las había visto, me comenzaron a golpear, gruñía por ayuda, pero ella me miraba con desprecio, llegado el momento en que me desmaye y al momento en que desperté frente al gran espejo en medio de la habitación, este tenía algunas gotas de sangre, al contrario yo estaba bañada en sangre y en aquella habitación en la cual estaba la niña con barias personas, en su lugar se encontraban cuerpos desgarrados y ensangrentados.

Decidí salir de aquella casa saltando por la ventana que se hallaba abierta, al querer cruzar la calle escucho gritos, autos frenando, por ello comencé a sentirme aturdida y siento dé repente un golpe, que me hace caer al suelo de tal manera que me desmayo, pero ya no siento nada y absolutamente todo esta negro...

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