Capítulo 4 ~ Rumores.

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"Las personas más tristes tienen las sonrisas más bellas".

Nick

Salimos del instituto, Lizz delante mio caminando decidida y meneando su corta falda azul. "Bonito trasero"  tenía ganas de decirle, pero me contuve a mí mismo, ya que obviamente ella no estaba de humor, y yo apreciaba bastante mi entereza física.

Cuando le abrí la puerta de mi coche ella entró con cara de hartazgo y se sentó con los brazos y las piernas cruzadas. Dí la vuelta al auto para entrar del lado del asiento del conductor y cerré la puerta detrás mio. Lizz tenía cara de niña pequeña... Una combinación entre encaprichada y nerviosa. Una mezcla increíblemente atractiva.

Puse en marcha el motor, que casi no se oía debido a la calidad del coche de mi padre, y comenzamos a andar por las calles de la pequeña pero elegante ciudad que conformaba el pequeño universo en el que estabamos encerrados. Siempre pensé que esta era sólo la parte del mundo que mis padres querían mostrarme, asi que desde hace años aprovecho cada oportunidad que aparece para viajar y descubrir.

Dentro del auto había un aroma delicioso... Una mezcla entre el perfume de Lizz y mi perfume. Flores con olor a hombre. Creo que yo era el único hombre en el mundo que analizaba los perfumes.

-Nicholas - Habló Lizz de la nada, como si se hubiera destapado de sus pensamientos -. ¿Ya conocías a Mike?

Parecía reacia a preguntar, pero a la vez curiosa. Me miraba fijo, por lo que me costaba bastante concentrarme en el camino.

- Somos buenos amigos. Nos conocemos de alguna que otra fiesta - Le dije intentando guardar para mi mismo todo lo que pudiera. - ¿Y tú? Parecía que eran amigos de hace años.

Ví de reojo como se le escapaba una sonrisa de los labios, una de esas sonrisas de chica enamorada. Esas sonrisas son estúpidas, pero si te las dirige la persona adecuada, lo son todo.

- Es que en realidad lo somos. Fuimos mejores amigos hasta que... Bueno, la gente cambia. - Concluyó restándole importancia a su respuesta.

Pasaron cinco minutos de tensión sin que nadie dijera nada, pero interrumpió mis pensamientos un estremecimiento por parte de Lizz. Ella estaba temblando débilmente e intentaba cubrir sus piernas con las manos.

- ¿Tienes frío? - Le pregunté. Me arrepentí al instante cuando me dí cuenta de por qué tenía frío.

- Sí. - Me responde, secamente - Cuando tu novia la zorra me tiró su bebida helada no solo tuve que bañarme con el agua fría del instituto sino que también me vi obligada a ponerme esta estúpida ropa que tenía en el casillero - Abarcó todo su cuerpo haciendo un gesto con las manos. - Por cierto, agradécele de mi parte cuando la veas.  - Añadió con tono sarcástico y luego finjió pensarlo - No, mejor no. Quién sabe qué más puede querer hacerme.

Agarré la campera que yo siempre llevaba en el asiento trasero y se la coloqué sobre los hombros. Ella se quedó totalmente quieta mientras yo le acomodaba mi abrigo con una sola mano. Hizo un gesto con la cabeza y moduló un gracias que nunca llegó a oirse.

-Ey - Le dije intentando volver al tema. Involuntariamente ya se le habían sonrojado las mejillas - Sasha no es mi novia, ella tan solo es un poco posesiva. Y no deberías ser tan negativa... Me gusta como lucen tus piernas con esa falda. Acentúa tu bello trasero.

Ella se quedó helada ante mis palabras y le costó pensar en una respuesta. Tenía los ojos abiertos en expresión de sorpresa.

-Pues.. No.. No serás su no-novio, pero ella cl-claramente dijo que tu eras SU chico. Además, vamos, yo jamás sería competencia para una rubia como ella. Tan solo quería ser tu amiga, Nicholas. Lo siento si te hize quedar mal. No volveré a acercarme, lo prometo.

Cicatrices.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora