CHICO LINDO ¡Larry Stylinson!

Quinta Parte.-

El rescate.

Harry salía luego de un día de escuela. Miraba como siempre su cómic, mientras caminaba. Unos chicos llegaron empujándolo y de paso quitándole su revista.

Los jóvenes comenzaron a ojearla, para luego comenzar a burlarse de él y su cómic de ‘Gays’ según gritonearon los chicos, comenzando a molestarlo peor que antes.

Uno de ellos agarro dándole un golpe al ojo, otro en su mejilla y rematando con uno en su labio inferior derecho, los otros dos luego lo aventaron contra el duro asfalto. Uno de estos que era el que le había quitado el cómic, le aventó un pedazo de este.

Y luego vinieron otros pedazos más de aquel cómic, mientras las burlas y risas de los tres bravucones lo molestaban con cada cosa que sus ojos miraban.

Varios insultos a su personas eran recibidos y el rizado solo miraba como hoja por hoja era arrancada de su libro, luego siendo destrozada, para terminar siendo aventada a él con burlas.

Un escupitajo cayó sobre su mejilla, cerrando un ojo por el acto tan asqueroso, espero otro o más burlas. Pero mirando sorprendido, miro a aquel chico Louis con sus compañeros-que siempre estaban con él-comenzar a golpear a aquellos chicos que hace unos momentos estaban molestándolo por su cómic Yaoi.

Sentándose en el asfalto, con un ojo medio abierto, miraba la pelea frente a él. Los chicos lanzaban golpes a sus agresores y algunos los recibían ellos.

Louis había salido con sus amigos platicando sobre algún tema sin mucho interés, Niall los había retrasado todo porque no encontraba su celular, que resulto estar en su mochila. Casi quiso matarlo, porque por su culpa se había perdido de ver al rizado el día de hoy, seguramente ya se había ido y quería acompañarlo a su casa o cerca de esta como el día de ayer.

Le había gustado estar en compañía del ojiverde.

Los cuatro salieron del instituto, cuando notaron a unos chicos de su institución molestan a alguien y gritando insultos verbales al chico. Los ojos zafiros de Louis trataron de ver a la persona agredida y cuando logro identificarlo, no dudo en correr e ir a defender al joven rizado. Que se encontraba tirado en el piso con ojos que parecían ser su cómic, aquellos cómics con los que siempre suele verlo.

Miro a uno lanzarle un salivazo, entonces como si estuviera jugando, tacleo al chico y junto a sus compañeros comenzó a golpear a los chicos.

[…]