"Te odio, te odio tanto por no poder dejar de amarte"
Harry y Louis, alfa y omega, para cualquiera una pareja perfecta a punto de enlazarse.
Pero quién diría que en menos tiempo de lo que pensaba esta se rompería.
En donde los sueños fueron más fuer...
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Un
Escucha la lluvia caer recostado en la cama, disfruta hacerlo, le hace pensar que no está solo. Le hace pensar que la soledad en la que está sumido desaparece y en cualquier momento él entrara por esa puerta por la que años atrás desapareció.
La lluvia es fría pero no importa, casi se ha vuelto inmune a la frialdad en la que lo dejó.
Odia pensar en él y en todo lo que sigue representando para su vida, detesta que su animal interior siga anhelando a su otra mitad.
Detesta hacerse las mismas preguntas una y otra vez, pero lo que termina de devastarlo es que nunca obtendrá las respuestas.
¿Por qué lo dejó? ¿No le bastaba el amor incondicional que le tenía? ¿No le bastó tener una familia para ser feliz? ¿No le bastó el lazo que los unía?
Fue tan idiota que nunca notó que la familia que iban a formando fue el motivo por el que los abandonó.
Él... no tuvo corazón y dejó a sus cachorros.
Lo odiaba.
Le dolía que lo hubiera abandonado, pero lo mataba que hubiera dejado a esos pequeños que representaban el amor que creyó era más fuerte que cualquier otro sentimiento.
—Papá... — el pequeño entra a la habitación de su padre siguiendo el olor que no le gustaba sentir. Sentía ganas de gritar porque cuando olía así su papá estaba triste y si estaba triste, él también lo estaba.
—Bebé...— abre sus brazos para recibir el cariño incondicional que sólo su pequeño e inocente bebé le podría dar. —, pensé que estarías jugando con tu prima. ¿Por qué no estás con Niall y Ashley? — el rubio arruga la nariz y se cruza de brazos, claramente no quería contestar. Un lindo puchero se dibuja en su rostro y el mayor tuvo que reprimir las ganas de llenarlo de besos.
—Papá está triste de nuevo... — sus ojitos comenzaron a cristalizarse —, ¿es porque papi no ha regresado a casa? —puso su manita en la mejilla de su padre y con cariño y amor acarició todo su rostro -. Papá está triste y a Noah no le gusta que esté triste — dos gruesas lágrimas deslizaron por sus regordetas mejillas y el corazón se le partió todavía más.
—Papá está triste porque tú estás llorando, campeón— una tercera voz se hizo presente sacándolos de su estupor.
—Tío Niall, papá está triste. Dile que no esté triste, por favor. — Corrió a los brazos de su tío quejándose inocentemente de lo que sucedía-— ¡Papi volverá pronto, él me lo dijo! -el orgullo, la seguridad de sus palabras eran tan hermosas y sinceras para un pequeño de cinco años.
—Tu papá no estará más triste, ¿cierto, Harry? — el alfa asintió dejando por un lado la debilidad.
—No estaré triste si tú estás feliz mi amor, ¿me prometes que no llorarás más? — Noah asintió rápidamente, haría cualquier cosa para que su papá fuera feliz—. Ahora ven y dame un abrazo — corrió hacia su padre para que lo envolviera y mimara como sólo él lo hacía. -Ahora ve a jugar con Ashley.
