Un día decidió salir en busca del Sol. De ese modo, nunca se sentiría abandonado por su presencia.
Y así fue como partió con el mínimo de equipaje posible, decidido a caminar siempre de día, siempre bajo la atenta mirada del gran Astro.
Recorrió valles y montañas, atravesó grandes cordilleras, cruzó mares y ríos, con el solo propósito de contemplarlo.
Persiguió su luz durante largos años.